Dos cartas y una pintura de Marcos Bazán

DIBUJO MI SUPERVIVENCIA”
Estoy en un pabellón evangelista, entre gritos fanáticos, llantos y suplicas.

Acá por lo menos no tengo que pelear para comer, pelear por mis cosas o ser robado.

Pelear por una “cama” o no poder dormir. Acá solo vivo.

Otro cumpleaños se acerca en días, entre chinches, cucarachas y moscas.

Encerrado en una celda de dos por dos, con un inodoro y dos “camas” encimadas.

Viviendo en un baño.

Sumergido en la tristeza me pase año y medio sin salir ni al patio. Recién ahora empecé a ir a un curso, para luchar contra la locura de este encierro injusto. Dibujo mi bronca contra este sistema donde los verdaderos criminales están en el Poder.

Se me nubla la vista.

Dolores de cabeza.

Erupciones en la piel.

Enfermedades propias del encierro contaminan mi cuerpo.

La depresión de un cuerpo inocente, obligado al encierro atrapado en esta prisión.

Los meses que pasan, y yo encerrado injustamente por una decisión de funcionarios de traje, por una causa armada por policías corruptos.

Estoy metido en la maquinaria fascista del encierro, la violencia y la destrucción del cuerpo y de la mente.

Y ustedes, mis amigos, mis familiares y mi pareja, les estoy agradecido por no olvidarme y luchar por mi libertad.

Ahora convertido en un preso lleno de odio ante la injusticia, dibujo mi amor por todes ustedes, dibujo mi supervivencia.

Mi vista se pierde en manchas, con lágrimas y ardor en los ojos.

Se me nubla la vista.

Dibujo mi futuro luchando contra mi destrucción.

Me dibujo libre y no muero en la cárcel.

Me dibujo libre.

Porque será justicia.

Debe ser.

Marcos Bazán.