Ante la baja de edad para penalizar a los pibes

En definitiva no está exenta la participación abierta o indirecta del Estado.
Como de eso no se habla, el sistema levanta su dedo acusador sobre los jóvenes construyendo el enemigo y de ese modo lo desvía del verdadero, el que ha construido verdaderos infiernos en una tierra como la nuestra donde las riquezas sobran para cada habitante que pisa nuestro suelo.
Es por eso que después de décadas de mano dura seguimos estando como estamos. No son los pibes y pibas de nuestros barrios los portadores del mal de la inseguridad. Los verdaderos autores se esconden tras las faldas de los gestores de turno del modelo capitalista que dirige nuestra economía y que destruye todos los días nuestros mejores sueños; nos vuelve enemigos unos a otros y nos condena a una soledad de tal modo que no hay quien nos defienda cuando alguien nos hace daño.

Esa es la verdadera matriz de la inseguridad: la soledad a las que nos somete el individualismo y la sociedad de consumo que el sistema capitalista se encarga de construir para encerrarnos en este mundo que carga las mayores desgracias en las espaldas de los más humildes.
De estas situaciones sólo salimos con organización política.
Por más que nos desgañitemos pidiendo «justicia!!».
No se le pide Justicia a los injustos.

Por eso desde el Ámbito Antirrepresivo de Convocatoria Segunda Independencia decimos que cada vez que se discute la baja de imputabilidad, se discute un modelo de país y se discute también nuestro futuro al igual de lo que sucede con cada puesto de trabajo que se pierde. La única seguridad que podremos algún día obtener será la que provenga de una verdadera patria socialista. Una Argentina sin explotadores ni explotados, donde la vida de cada ser humano tenga el verdadero valor que se merece en un País que está dispuesta a defenderla.

NO AL SISTEMA CAPITALISTA QUE CONDENA A NUESTRA SOCIEDAD A LA INTEMPERIE Y A LOS MÁS JÓVENES A UN FUTURO DE HAMBRE Y MISERIA.
Convocatoria por la Liberación Nacional y Social.
SEGUNDA INDEPENDENCIA