Contra la criminalización de los luchadores

APDH-La Matanza

Al inicio, tras leer las adhesiones, Beatriz Capdevila señaló que es la primera vez que la Asamblea “pide la solidaridad de todos” y que el acto es un momento de “participación ciudadana y confraternidad entre quienes luchamos por los derechos humanos”. Entre quienes se hicieron presentes estuvo el padre Fray Antonio Puijané quien se solidarizó con un mensaje de paz y compromiso con la vida.
Al mismo tiempo, en el sector opuesto de la plaza de San Justo había una “contramarcha” bajo la consigna “derechos humanos para todos” convocada a favor de los efectivos procesados y encarcelados en el caso Blanco, donde se difundieron panfletos con calumnias contra Pablo Pimentel y la Asamblea. Las dos movilizaciones se desarrollaron con absoluta normalidad. “Todos tenemos el derecho a manifestarnos”, puntualizó Capdevila.
Teófilo Blanco contó cómo fue detenido su hijo Gabriel y las maniobras posteriores para encubrir el crimen. Se solidarizó con los militantes de la Apdh-La Matanza “que siempre nos acompañaron en nuestros reclamos”.
Pablo Pimentel agradeció la presencia de vecinos y militantes en apoyo a la Asamblea y reseñó algunos de los hechos de violencia institucional que siguen en apoyo a los familiares que piden justicia. “Las familias luchan para que los responsables vayan a la cárcel”, expresó, y advirtió que un sector de la policía “mejoró los mecanismos diabólicos de corrupción” y puso como ejemplo el caso de Luciano Arruga a quien “torturaron, mataron y lo hicieron desaparecer”.
“Nuestra metodología de acción es activa, pacífica y no violenta; esa es la característica que tiene la Apdh-La Matanza en sus treinta años de existencia”, explicó Pimentel. “Estamos preocupados por la causas armadas porque significan la cárcel para los pobres”, como sucedió con los jóvenes Luz y Diego, acusados de un crimen que no cometieron.
También recordó la causa contra los trabajadores petroleros de Las Heras, provincia de Santa Cruz, donde la Asamblea es Amicus Curiae junto a los obreros procesados.
Finalmente, Pablo subrayó que: “Vamos a continuar acompañando a quienes son violados en sus derechos”, dijo Pimentel. Y agregó: “queremos que la Justicia juzgue a todos por igual porque los derechos humanos se violan o se respetan, no hay término medio”.