Joven torturado por efectivos de la comisaría 10ª en estado delicado

Este episodio de brutalidad policial habría ocurrido el pasado lunes por la tarde, luego de que Ricardo saliera de trabajar junto a tres hermanos, cerca de las 16. Mientras se trasladaba por calle Salta a bordo de un remís, cuatro policías con pasamontañas lo interceptaron y, sin orden alguna, se lo llevaron en calidad de arrestado.

Son escasas las declaraciones a las que pudo acceder este diario, ya que la familia siente gran temor por lo aterrador de la situación vivida: “Si no ponemos un abogado para que lo suelten, a esta hora lo estamos enterrando”, expresó su madre, entre llantos, a minutos de que los médicos dieran cuenta de su estado de salud.
Paucará, joven padre de una nena de 5 años y con una esposa que padece Lupus, único sostén de familia, habría sido sometido a todo tipo de apremios desde que estuvo adentro del patrullero hasta que salió de la comisaría en una ambulancia del Same.
Uno de los hermanos dijo: “No me dejaban verlo. Cuando llegué al otro día a la comisaría, no podía ni caminar, lo subieron en una ambulancia y pregunté qué tenía, me dijeron que le dolía el estómago”. Y agregó: “le cruzaron el móvil y sólo faltó que sea un Falcon verde”, en referencia a la oscura época de la dictadura.
Pero el calvario no terminó aquí. Una vez que el joven llegó al hospital, no lo querían atender, aduciendo que no tenía gravedad su situación. Por ello, la familia solicitó ayuda al juez de Garantías en turno, quien ordenó la inmediata atención del joven convaleciente.

Luego de que lo atendieran los profesionales médicos, le descubrieron una fisura en el intestino, que le habrían provocado los golpes recibidos por los policías, que en todo momento cubrían sus rostros con capuchas y amenazaban a su familia.
Cabe destacar que los Paucará son 6 hermanos varones, de los cuales 5 trabajan juntos en el mismo bar de calle Mate de Luna al 500. El día de los hechos salían tres de ellos de trabajar, alrededor de las 16, y debían reintegrarse a sus actividades a las 19, pero Ricardo no pudo regresar.

“Hábeas Corpus”
El caso de Paucará llegó a manos del juez de Control de Garantías en feria, Rodrigo Morabito, ya que la familia del joven no lograba que le dieran la libertad o explicaciones por su detención, y por estos motivos el magistrado hizo lugar a un “hábeas corpus”, medida que casi no tiene precedentes en la provincia desde la vuelta de la democracia.
En la resolución se tuvo en cuenta la manera en que los policías dieron con Paucará, pues no coincide con lo que declararon, ya que uno de los uniformados aseguró que lo vio pasar en el interior del remís en el que viajaba y lo reconoció como la persona que lo había amenazado por Facebook. Esto resultó poco creíble, especialmente cuando el hermano de la víctima indicó que vio a los policías esperar estacionados frente al bar donde el joven trabaja. Esto dio cuenta de que hubo premeditación y que averiguaron el paradero del joven antes de proceder.
Otra irregularidad estaría dada sobre el horario de su detención, ya que si bien fue trasladado a la dependencia policial a las 16.10, recién a las 00.20 se emitió circular para consultar si tenía pedido de arresto, es decir que desde su arresto efectivo hasta la notificación pasaron más de 8 horas, lo que da muestras de un proceder arbitrario.
La tercera y más grave irregularidad en la que hace hincapié la resolución es que los efectivos se notificaron sobre que no pesaba orden de arresto alguna contra Paucará, pero decidieron seguir adelante con la privación de su libertad, lo que se consideró un accionar “arbitrario, abusivo e irregular (…), vulnerando los derechos humanos de Paucará y asumiendo facultades de investigación y posterior arresto para lo que no están habilitados”.
De acuerdo a la resolución, los agentes involucrados actuaron de una forma definitivamente dictatorial, puesto que formularon una investigación propia, previa y paralela a la investigación judicial, actuaron en forma abusiva y arbitraria (incluso procediendo con sus rostros cubiertos por pasamontañas); luego pretendieron justificar su accionar y continuaron privando de la libertad al joven, conociendo fehacientemente que no existía restricción alguna de libertad en su contra.
Por estos motivos, el juez hizo lugar a la acción de “hábeas corpus”, con la que se ordenó al jefe de Policía la adopción de los recaudos pertinentes a fin de garantizar la libertad física y ambulatoria de los ciudadanos Ricardo Miguel Paucará, las personas que lo acompañaban, es decir sus hermanos, así como dos mujeres que estuvieron involucradas en la publicación del Facebook que fue la generadora del grave conflicto.