Persecución y ataque a mujeres, niños y bebés

Mabel Maldonado

Durante 3 días estuvimos hospedadas justo enfrente de la plaza “25 de mayo”, lugar donde cerca de la 15 hs. del lunes 16, unas pocas personas, montadas en motos y camionetas, portando piedras, palos y cuchillos comienzan a perseguir, cual cacería humana, a distraídas mujeres, muchas con sus bebés y niños pequeños, que esperaban sus ómnibus para regresar a sus provincias.

Los gritos, insultos y carcajadas de los agresores se confundían con los gritos de terror de quienes corrían desesperadas sin saber dónde ir, y viendo como la policía miraba sin intervenir.

Muchas corrían y se refugiaban en bares o edificios, otras lograron subir a un taxi perdiendo pertenencias en la corrida, un grupo se concentró en el centro de la plaza e hizo una pared humana para proteger a los niños, otras alcanzaron a llegar al Comité contra la Tortura y la Secretaría de Derechos Humanos donde la protegieron y pudieron comunicare con su familiares.

En esa plaza, bella y enorme donde pasamos momentos de mucha alegría y donde Las mujeres Latinoamericanas nos contaron el goce de la lucha y el arte, todavía había artesanos, que viajan todos los años a los ENM, que también fueron atacados física y verbalmente. Si bien hay muchas heridas, fueron atendidas y se encuentran fuera de peligro.

Según los registros de fotos y filmaciones que se conocieron de inmediato, sumado a algunas publicaciones en redes sociales y diarios de Resistencia de días anteriores, el grupo de mujeres y hombres estarían ligados a la iglesia católica, a organizaciones anti-abortistas liderados por la ultra derechista ex diputada radical Clelia Ávila.

Desde todos los sectores, incluso el Gobierno Provincial (Que se desliga del hecho) aclaran que esto no fue un acto espontáneo, incluso la llaman EMBOSCADA PLANIFICADA y exigen que se investigue quiénes son los sectores que idearon, planificaron y perpetraron esta emboscada, que tuvo una clara logística represiva, misógina y criminal.

En los últimos años, especialmente desde el 30 ENM, realizado en Mar del Plata, el cierre de los encuentros se ven teñido de represión, heridas, gases lacrimógenos y hasta detenidas, provocada por lo infiltración de grupos que sin ningún pudor se declaran fascistas, que siempre se sospecha que son dirigidos por Pampillón, un Marplatense que sigue en primera fila los Encuentros Nacionales de Mujeres.
Como nos dice la Comisión Organizadora del 32 ENM…” Este es un violento acto ante la impotencia de no poder argumentar que un evento de tal magnitud se haya realizado con total tranquilidad, en un claro ejemplo de la violencia machista contra las mujeres que se manifiestan a favor de sus derechos y libertad.”