Repudio a la candidatura de Aníbal Ibarra de Familiares y Sobrevivientes de Cromañón

Se acuerdan de quién es Ibarra?

A veces la vorágine de los tiempos que corren no nos permite tener una imagen clara de quienes fueron y son los políticos dentro de la gran cantidad de precandidatos que nos abruma como electorado. Nosotros, que sufrimos de forma directa su política venimos a refrescarles la memoria. Aníbal Ibarra fue Jefe gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos desde el año 2000 hasta el 2006, cuando mediante un mecanismo previsto en la Constitución de la Ciudad, el juicio político, fue destituido luego de que en diferentes etapas del proceso más de 70 diputados de todas las orientaciones políticas entendieran que sus acciones y omisiones fueron necesarias para que ocurra la masacre de Cromañon el 30 de diciembre de 2004. Como lamentablemente no fue inhabilitado, esto le permitió volver a presentarse, aunque fuera justamente destituido y, en un comienzo, pedida su indagatoria por el fiscal de instrucción en la causa penal. Así, protegido por el Frente para la Victoria, fue dos veces legislador de la Ciudad; ahora pretende volver a ser justamente Jefe de Gobierno: nada más y nada menos que el cargo del cual fue destituido.

Ante ello, es que nos presentamos frente a los vecinos de la ciudad, los medios de comunicación y la comunidad toda para decirles quién es Ibarra y por qué no puede volver a estar a cargo del Poder Ejecutivo de esta ciudad y de ningún lado. Es necesario que recordemos que en la Ciudad ocurrió Cromañón, el hecho evitable no natural que más víctimas se cobró en la historia de la Argentina y que “el máximo responsable político se llama Aníbal Ibarra”.

Ibarra durante su gestión:

– Desarticuló el área de verificación invocando un “focazo de corrupción” pasando a disponibilidad 300 inspectores, a los cuales no les hizo ni una sola denuncia, ni siquiera un sumario, por hechos de corrupción. A éstos los reemplazó por una dotación 10 veces menor, que a su vez estaba conducida por personas de su más íntimo círculo, como su cuñado López y la incompetente funcionaria Fabiana Fiszbin, justamente condenada en el juicio Penal.

– Modificó el sistema de inspección y clausura. Se inspeccionaba si mediaba una denuncia y se clausuraba sólo si previamente y vía handy se daba el “ok” político para proceder.

– Así, se desoyeron 36 alertas que advertían que en la Ciudad de Buenos Aires el estado de los boliches y lugares de esparcimiento era deplorable. Alertas que partieron, por ejemplo, de la Defensoría del Pueblo, la Auditoría General del Gobierno de la Ciudad, la Asociación de Abogados y también de los medios masivos de comunicación.

– Una de las “cajas chicas” que manejaba el Gobierno de la Ciudad provenía precisamente de la “coima” recibida por los empresarios de los locales nocturnos.

– En la ciudad que había sufrido los atentados de la AMIA y la Embajada de Israel, la explosión del Polígono de la Av. Corrientes y el accidente de LAPA, entre otros, su Jefe de Gobierno no previno ni preparó el sistema de emergencias correspondiente para la atención a las víctimas.

– No ejerció el poder de policía del cual está investido por su carácter de Jefe de Gobierno.

– En la noche del 30/12/2004 mientras los chicos peleaban por su vida y los familiares recorrían hospitales, Aníbal Ibarra lejos de conducir el Comando Operativo de Emergencia, tal como debía, se preocupaba por averiguar quién era el fiscal de la causa y declaraba que estaba todo bajo control.

– Su primer mensaje público como Jefe de Gobierno, posterior al 30 de diciembre lo hizo junto a “la Cámara de dueños de boliches, como si fueran ellos los damnificados”.

– Luego, con la masacre consumada, con los sobrevivientes y familiares abandonados por el Gobierno de la Ciudad, pero unidos en el reclamo de justicia,intentó comprar nuestro silencio para que abandonemos las marchas, a la vez que presionó a los a los legisladores para que no avance el Juicio Político. Insólitamente, la palabra “golpistas” apareció ligada a la lucha consecuente por derechos humanos hoy, que encaramos familiares, sobrevivientes y amigos. Sus dichos intentaron transformar el mecanismo democrático del juicio político, “en un intento político desestabilizador, en lugar de una herramienta para juzgar a un mal gobernante”.

Ibarra es el máximo responsable político de la Masacre de Cromañon. Él, más que nadie, sabe que todo lo que venimos denunciando acerca de su corrupto y negligente accionar es cierto y por eso trata de deslegitimar nuestro discurso diciendo que está “hecho desde el dolor”, como si la profunda tristeza con la que cargamos no nos permitiera discernir entre diferentes grados de responsabilidad. Nuestra lucha incansable, junto al resto del pueblo, ha logrado llevar a Juicio Penal a algunos de los responsables de la masacre, entre ellos altos funcionarios del Gobierno de la Ciudad, es decir, del Gobierno de Ibarra. Funcionarios que han sido condenados y cuya revisión de condena estamos esperando actualmente.

Lamentablemente, en el caso de Ibarra, una jueza lo sobreseyó pese a que el fiscal actuante había pedido su procesamiento. A partir de allí, Ibarra actúa como si la víctima fuese él. Recientemente declaró que “Cromañón lo había afectado a él particularmente, sin tener en cuenta que las verdaderas víctimas son los 194 chicos que no están, los miles de sobrevivientes y las familias”. Los familiares, sobrevivientes y amigos, seguiremos denunciando no solamente a Ibarra, sino la lógica Cromañón que impera en la Ciudad y que ha permitido que otros Cromañones ocurran. Por eso decimos que el actual Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, en lugar de propiciar las condiciones necesarias para tener una ciudad segura, creó la Agencia Gubernamental de Control descentralizada de la estructura de la administración pública con el único fin de salir ileso en caso de que otro Cromañón ocurra.

La política del actual Gobierno de la Ciudad está dirigida a la privatización de la cultura y al cierre de lugares de esparcimiento que no estén alineados, para entregar el “negocio de la noche” a unos pocos empresarios afines. La lógica reinante sigue siendo la misma que en épocas de Ibarra y todo está atado con alambres. Así lo vimos en el caso del boliche Beara, en el Gimnasio Orión de Villa Urquiza y los centenares de accidentes producidos por la faltas de control.

Como parte del Movimiento Cromañón exhortamos a todas las fuerzas políticas para que desistan de realizar alianzas electorales que contengan entre sus filas a este personaje siniestro de la historia reciente de nuestra ciudad. Ya fue Jefe de Gobierno y mostró su capacidad de generar corrupción y con ella, muerte. Fue dos veces legislador, es hora de que se desatornille de algunos de los sillones que ocupa. Basta de reciclarse políticamente.

Les pedimos que nos acompañen en nuestro repudio a Aníbal Ibarra y en homenaje a las 194 víctimas que ya no pueden expresarse como lo hacemos nosotros.

“LA CORRUPCIÓN MATA,

IBARRA NI OLVIDO NI PERDÓN,

LOS CHICOS DE CROMAÑÓN PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE