Violencia patriarcal y racismo

Suyai García Gualda

Felicito a todxs lxs integrantes del Municipio de Centenario por adherir a la consigna #Niunamenos #Vivasnosqueremos. No obstante, quisiera realizar algunos breves comentarios a modo de crítica constructiva y con el ánimo de comenzar a trazar líneas de debate colectivo y comunitario en nuestra localidad. Por un lado, como varias feministas afro-latinas han denunciado, hoy no es un “miércoles negro”. Lamentablemente este tipo de consignas, en apariencia ingenuas y hasta convocantes, ocultan la vinculación presente entre la violencia de género – machista y patriarcal – y el racismo. (“El negro es el color que impuso el patriarcado para el luto de las mujeres. La sangre derramada es roja. El color de la guerra, la lucha y resistencia es rojo el color del amor es rojo, y en África el color del dolor es rojo también LAS MUJERES AFRO SALIMOS DE ROJO. Para que los titulares NO SEA: MIERCOLES NEGRO, PERO LO HICIERON OTRA VEZ. FUNCIONA EL RACISMO, SIEMPRE RACISMO”, la cita es de Sandra Chagas, tomada por Yuderkys Espinosa Miñoso, ambas militantes feministas y antirracistas).

Pues, no podemos ignorar que el racismo ha sido cuestionado como doctrina desde el saber técnico y científico (estudios genéticos) pero, a pesar de ello, goza de muy buena salud en las prácticas y conductas cotidianas. Para que el afamado lema “ni una menos” cobre sentido y se haga eco de lo que las organizaciones sociales, feministas y de mujeres denunciamos es menester considerar la relación que existe entre numerosas formas de violencia(s), lo cual incluye la heterosexualidad entendida como norma; el racismo –institucionalizado -; la pobreza, la precarización laboral, la trata de personas con fines de explotación sexual, etc.

Por eso, es fundamental entender que #Niunamenos es una demanda hacia el Estado, no un reclamo “contra los varones”. A los varones los convocamos a sumarse a esta lucha. Los invitamos a que comiencen un debate profundo -y serio – que cuestione su masculinidad(es), la masculinidad hegemónica que se carga con las vidas de cientos y miles de mujeres y que, también, tiene nefastas consecuencias sobre los varones.

El Estado (en todos sus niveles) es el responsable de atender las demandas de todas nosotras, de aquellas que históricamente padecemos los impactos y la crueldad de un orden que nos niega, oprime, subordina y mata. Por ello, creo que el gobierno local debe tomar cartas en el asunto y asumir el compromiso de llevar a cabo políticas públicas con perspectiva de género, lo cual conlleva una poderosa transformación hacia el interior de las estructuras estatales y se proyecta en la comunidad local en su conjunto. No es tarea sencilla, ya lo sabemos, pero es el desafío que verdaderamente la sociedad actual nos obliga a asumir. No alcanza con una foto, con un cartel, con una marcha o una consigna por las redes sociales.

Lxs funcionarixs deben comprometerse, capacitarse, consultar, debatir, generar espacios, designar presupuesto, hacerse eco de las voces de las mujeres, de nuestro grito desgarrador que dice #Vivasnosqueremos, hoy y siempre. Una vez más agradezco la participación en este paro nacional y observo que nos queda mucho por hacer. Quedo a su disposición para discutir este y otros temas que consideren necesarios, comprometida con mi ciudad y con la equidad de género(s). Muchas gracias.