“En Pergamino se aplicó la pena de muerte”

Oscar Castelnovo

Entre los presentes, se hallaban Silvia Rosito y Cristina Gramajo, mamás de Fernando y Sergio, respectivamente; y Anabel Delmas, esposa de Franco. A la vez, estaba la licenciada Susana Galarza y el artista plástico Oscar Ciancio, ambos de la Cooperativa de Trabajo en Salud Mental “Ático” (Caba), cuyo fundador es Grande. Asimismo, participaron de la actividad miembros locales del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, Asociación Civil por los Derechos Humanos, Jóvenes y Memoria (de la Comisión Provincial por la Memoria), Partido Obrero, Partido Socialista de los Trabajadores Unificados y una cantidad nutrida de pergaminenses de distintos ámbitos gremiales, sociales y culturales y vecinos que se acercaron a la Biblioteca que inauguró así su nueva sede con esta charla/Debate.

Al iniciar su disertación, el Miembro de Honor la Sociedad de Psiquiatría Cubana, refirió que: “El filósofo Virgilio dijo ‘nadie muere del todo’, y convocamos a nuestros muertos justamente para que no mueran del todo. Y si eso llega a suceder, es más responsabilidad nuestra que de quien lo asesinó. Justamente la cultura represora apuesta a eso, a la muerte total, al final. Y la muerte es uno de los finales, pero no es el último final y estamos en una batalla contra las muertes y hay que hablar de eso. Siempre digo que hay que hablar de la soga en la casa del ahorcado. Esto significa que solamente lo saben los que luchan y la lucha es en el lugar donde las cosas pasan y uno puede verlo por TV como se dice o vivirlo en el lugar que pasan y por eso acepte la invitación que agradezco”.

“Yo no creo decir nada que ustedes no sepan, – prosiguió Grande- lo que sí creo es que lo voy a decir de una manera distinta a como ustedes lo saben y eso es bueno, es bueno decir la misma cosa con distintas palabras y es malo cuando decimos cosas distintas con la misma palabra. Por ejemplo, si yo digo seguridad y la misma palabra la dice Patricia Bullrich Pueyrredón, ministra de Seguridad de la Nación, es la misma palabra pero refieren a cosas totalmente distintas, en eso hay que estar alerta. Porque una de las estrategias de la cultura represora es usar el mismo término para designar cosas que no tienen nada que ver. Nunca van a decir la palabra exacta. Por ejemplo, ‘costo social del ajuste’ simplemente designaba una masacre y es bueno esa palabra ‘masacre’, sostenerla. Porque de eso se trata la cultura represora tiene una constante de ajuste que son las masacres”.

DE LA APARIENCIA A LA ESENCIA

Más adelante, Grande explicó que: “Como ya dijimos con los compañeros el debate en realidad es pensamiento colectivo, es estrictamente Análisis Colectivo de Implicación, porque cada uno habla desde el lugar que ocupa. Yo no puedo hablar desde el lugar de una madre que asesinaron a su hijo y esa madre no puede hablar desde mi lugar pero, a lo mejor en el intercambio, en el diálogo, encontramos algo que nos incluya a ambos porque por algo estamos en este espacio los que estamos. El asesinato de estos 7 jóvenes, yo lo pienso como un analizador. ¿Qué es un analizador? Es aquello que nos permite ir de lo convencional, de la apariencia, a la esencia. Una de las características de la cultura represora es marcar que lo que se ve, en la apariencia, es lo único que existe”.

El actor, más tarde indicó: “Entonces, pensar en términos de analizador es estar en la posición de que todo lo que la cultura me ofrece es una apariencia y yo debo a partir de ahí de analizadores encontrar la esencia. La cultura represora se empeña en achatar nuestra mirada. Entonces si achatamos nuestra mirada podemos cometer un terrible error es suponer que lo que se dice de algo es el algo de lo que se dice. O sea si yo digo democracia, la palabra democracia sería lo aparente y cuando decimos ‘estamos en democracia’ podemos incluso de buena fe creerlo. De buena fe se cree cada cosa!! No es cierto?
Pero ahí la mirada es vamos a buscar analizadores para ver si esto es así o no es así. Pongo un ejemplo que como viene del campo de la ciencia es más o menos no controversial. Por ejemplo, nosotros vamos a ver una puesta de sol a la tarde pero no es lo que pasa no es que el sol se pone, que cae sobre el horizonte y se zambulle en el mar, sino que es un movimiento de traslación y de rotación que se puede determinar y por eso existe un horario y demás. Por supuesto que a nivel convencional no vamos a decir qué linda rotación de la Tierra: ‘Oh, qué hermoso traslado del sol’. Uno dice sencillamente “cómo cae el sol”. Pero en ciertos temas hablar así es hacerle el juego al enemigo porque el enemigo quiere eso que veamos la realidad chata, aplastada en un solo plano”.
“Cuanta más chata mejor- enfatizó Grande -. De eso se encargan, por supuesto, todas las estrategias de poder, de achatar la mirada de la realidad y cuidado de aquel que ose o pretenda justamente decir no, pero esto es la apariencia y yo quiero ir a lo fundante”.

GATILLO FÁCIL

El cooperativista, sostuvo luego que: “Si yo digo por ejemplo ‘en Argentina no hay pena de muerte’, discusión que hemos tenido desde hace décadas, estamos en el nivel convencional. Sin embargo en Argentina hace décadas y décadas qué hay pena de muerte. Yo recuerdo la masacre de Budge (donde la Policía Bonaerense asesinó a tres jóvenes en 1987 en ese barrio del Gran Buenos Aires) en el que el abogado de Derechos Humanos León Zimmerman acuñó lo de “gatillo fácil”. El gatillo fácil el hacinamiento en las comisarías y por supuesto la masacre de Pergamino son ejemplos de pena de muerte. En Pergamino se aplicó la pena muerte. En toda la Argentina aunque no exista en las leyes tambíen se aplica, pero no se le nombra así. Es el achatamiento que impone la cultura represora en el lenguaje y en la interpretación de la realidad. Se nos exige pensar con las categorías que el enemigo inventa para pensar la realidad. Entonces lo primero, lo segundo y lo tercero es decir: ‘bueno discutamos algo: mantenemos la pena de muerte en la Argentina o tratamos de enfrentarla porque pena de muerte hay’.

JUSTICIA, IMPUNIDAD Y LUCHA COLECTIVA

Seguidamente, Grande remarcó que: “a la palabra justicia hay que sacarle la chatura porque podemos cometer el error de pensar que justicia es algo que tiene que ver con el Poder Judicial. Y si creemos que justicia tiene que ver con el Poder Judicial entonces nos vamos a dar cuenta que es el único lugar donde está garantizada la absoluta impunidad. Y despertarse y darse cuenta que los Reyes Magos y en general los magos, aunque sean Reyes, no existen O mejor dicho, existen para la cultura represora, es doloroso pero necesario aceparlo”.

Respecto del dolor, Grande afirmó que: “Sentir el dolor no implica que somos masoquistas. Y hay duelos que no se elaboran nunca, lo sé por experiencia personal. Uno sigue viviendo con que lo queda. Porque algo del que partió murió dentro mío. Y algo quedó. Nada más, y nada menos. Y uno no está enfermo porque no pueda elaborar esa pérdida. ¿Podemos vivir soportando un dolor insoportable? Sí, podemos. Y podemos luchar por nuestra concepción de justicia que se vincula a la construcción de espacios donde puedo decir, por caso, ‘justica por mano propia’, y claramente estoy hablando de una dimensión cultural, axiológica, donde no existan el olvido ni la impunidad, donde no puedan culpabilizarme por sus crímenes, donde estoy hablando de la lucha colectiva”.

Finalmente, Grande reveló que: “Creo profundamente que la impunidad antecede a las masacres. Ellos perpetran las sucesivas masacres porque confían en que habrá impunidad. Y para enfrentar esto necesitamos nuestros propios analizadores, a los que me refería al principio, nuestras propias categorías de análisis de la realidad, para no pensar con la agenda del enemigo, para que nadie nos imponga el pensamiento de la cultura represora”.

De este modo, el Colectivo Justicia x los 7 sumó otra instancia de lucha tenaz y enriquecedora que realiza en sus múltiples iniciativas, sin descanso, contra el sistema de opresión que culminó, con un intenso intercambio, ya entrada la noche en Pergamino.