Batucada contra scanners cancerígenos

El 3 de Mayo de este año y en el marco de la presentación del Proyecto de seguridad Cinturón Sur, la Presidenta de la Nación anunció la implementación de aparatos de Rayos X (Body-Scanners) para revisar la intimidad de las personas en Aeropuertos y prisiones de Argentina. En el Salón de Mujeres Argentinas de la Casa Rosada, Cristina Kirchner anunció la instalación de tales artefactos “en 15 cárceles nacionales para la detección de metales, narcóticos, explosivos y celulares”. Remarcó, además, que “Hay una exacta combinación a partir de la dotación de estos elementos entre seguridad y respeto a los derechos humanos, porque había fallos judiciales que impedían que se hiciera determinado tipo de requisa de las personas que iban a visitar a los reclusos, porque era considerada vejatoria”.El lunes 11 de Junio, los Scanners ubicados en la puerta de ingreso de las visitas en la cárcel de Devoto se pusieron en funcionamiento.Inmediatamente, la gente comenzó a preguntarse y preguntar a los penitenciarios sobre los efectos del paso por el “túnel de la muerte” como lo comenzaron a llamar.Los detenidos, con ayuda exterior de nuestros familiares, abogados, docentes y estudiantes universitarios del medio libre, pudimos recopilar nutrida información respecto de estas máquinas. Entre otros datos, nos encontramos con que los Body-Scanners tuvieron su apogeo unos años atrás en los aeropuertos de Europa y USA, en el contexto de la paranoia antiterrorista. Pero que en 2011 la Comunidad Europea los retiró de circulación debido a las protestas de organismos defensores de los derechos humanos que, en base a informes de instituciones científicas lograron que, entre otros, Hans Peter Friedrich (Ministro de Interior de Alemania) anunciara la renuncia de su país al uso de escáneres de cuerpo entero en los aeropuertos para el registro de pasajeros como medida de seguridad. Esta decisión es el resultado de la enorme cantidad y calidad de informes de diferentes instituciones de control, que lapidariamente demostraron que la exposición a los Rayos X tiene efectos cancerígenos, independientemente de la magnitud de las emisiones y de la frecuencia con que éstas se efectúen.También supimos que en USA se destapó un fabuloso negociado calculado en medio billón de dólares con la compra de los aparatitos, en el que están involucrados varios legisladores del Congreso estadounidense.Pero el resultado más importante de nuestras averiguaciones fue la información científica que pudimos obtener. La misma que fundamentó el retiro de los scanners de los aeropuertos de la vieja Europa: la radiación es cancerígena, no existe un umbral por debajo del cual se la pueda considerar inofensiva. La radiación es acumulativa y no respeta edades, sexos ni estados de salud.Descubrimos entonces lo que todas y todos sospechábamos: tras la excusa de la seguridad el Estado argentino pone en riesgo la vida de las personas que visitan a detenidos.No es que los presos no estemos acostumbrados a que nuestras vidas valgan menos para el Estado que las vidas de los ciudadanos no judicializados. Esto no nos asombra ya. Pero no se trata aquí de esta cuestión. El problema es que la implementación de esta técnica pone en peligro real la vida de quienes nos visitan, nuestras familias y, eso, sencillamente, no lo vamos a permitir.Nuestra primera medida fue en el ámbito judicial: interpusimos una acción de Hábeas Corpus en el Juzgado de turno.A la par, iniciamos una campaña de concientización entre los compañeros del penal (actualmente unos mil seiscientos) socializando la información que íbamos consiguiendo. Esto también lo estamos extendiendo a nuestras visitas con la solidaridad y la presencia concreta de la FUBA y los Centros de Estudiantes de Filo, Sociales y Derecho. Al mismo tiempo salimos a los medios de difusión.Tenemos plena conciencia de que estamos resistiendo una medida del Servicio Penitenciario que tiene origen, apoyo y justificación plena del gobierno nacional.También sabemos que el anuncio presidencial del que hablaba al principio coincidió con el abandono de esta tecnología de parte de Europa.Sabemos que se juegan millones y millones de dólares, y que es muy probable que Argentina, una vez más, esté haciéndose cargo de tecnología basura descartada por el primer mundo. Con lo que resulta muy difícil creer que consigamos un fallo judicial que nos ampare contra esta medida asesina.De todos modos, pesimistas por principio de realidad y optimistas por obligación, pelearemos en todos los frentes en defensa de la vida de nuestros seres queridos.
Rodolfo RodríguezCárcel de Villa Devoto