De las doce militantes fusilados en Suárez, murieron en el acto Carlos Lizaso, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Vicente Rodríguez y Mario Brión. Otros siete sobrevivieron a la masacre: Reinaldo Benavidez, Rogelio Díaz, Horacio Di Chiano, Norberto Gavino, Miguel Ángel Giunta, Juan Carlos Livraga y Julio Troxler. Luego, algunos de ellos fueron asesinados por la Triple de Isabel Perón y López Rega y por la dictadura cívico-miliar iniciada en 1976 por el general Jorge Videla.
Debido a los fusilamientos con los que la autodenominada “Revolución Libertadora” de Aramburu reprimió el levantamiento fue llamada por el pueblo Revolución Fusiladora. Así, la investigación de Rodolfo Walsh demolió el silencio y dio nacimiento al más trascendental periodista argentino.
Años más tarde, el 25 de marzo de 1977, Walsh moriría combatiendo a otra dictadura. Su cuerpo fue visto en la Escuela de Mecánica de la Armada, luego que un grupo de tareas, en el que se esforzaba el capitán Alfredo Astiz, lo emboscara en la esquina porteña de San Juan y Entre Ríos. Walsh iba disfrazado de anciano repartiendo en los buzones la “Carta de un escritor a la Junta Militar”. Antes de caer, solo, llegó a disparar su pistola calibre 22.