Si bien en la actual democracia se expresan los distintos sectores de la burguesía, es innegable que el poder político burgués está cada vez más concentrado. Este tipo de bloque formado por pocas familias, pero que acumulan entre sí enormes riquezas, generan una dolorosa contracara: una gigantesca mayoría de personas con bajos salarios, muy poco poder adquisitivo, y que se tiene que arreglar como puede para alimentarse todos los días. La fotografía de la inmensa movilización sobre la avenida 9 de Julio en el centro de la ciudad de Buenos Aires del miércoles pasado, nos muestra esa mayoría que además gana las calles exigiendo derechos al actual gobierno macrista y de alguna manera impone condiciones al gobierno entrante. Es decir, que en el extremo más alto de la riqueza en la Argentina se encumbran 37 familias cuyo patrimonio alcanza los 58.000 millones de dólares, según la revista Forbes Argentina. De esta manera, estas pocas familias, cuyo capital es igual o superior a las reservas del Banco Central, controlan y deciden sobre la vida y la muerte de 44 millones de personas. Este poder político y económico concentrado condiciona a cualquier gobierno.
¿Quiénes están en ese ranking?
En ese ranking se encuentran los de siempre: Los Rocca (Techint), los Bulgheroni (Petroleros explotación de Vaca Muerta), los Pérez Companc (Molinos Rio de la Plata), los Roemmers y los Bagó (laboratorios y farmacias), los Galperín (Mercado Libre), Francisco De Narváez, los Noble Herrera, los Magnetto, los Mitre (Medios de Comunicación), los Blaquier (Azucar Ledesma), los Born, los Bemberg, los Braun y por supuesto los Macri, entre varios otros.
Hay otro ranking
Sin embargo, existe otro ranking en el que participan un poco más de personas. Es de algo más de cuarenta y cuatro millones que vivimos en el país. Una Argentina en donde el Salario Vital y Móvil (que por estos momentos se está no acordando en el Consejo del Salario) ronda los 16.875 pesos a Octubre de este año. Una cifra que se encuentra muy por debajo de lo que se precisa para no ser pobre. Al tope de esta tabla nos encontramos más de trece millones de personas. Esta cifra representa a más del 30% de la población del país.
La Desigualdad en los barrios
En los barrios, este nivel de desigualdad se vive en forma desesperante. Las familias con ingresos sociales no llegan a completar un salario mínimo. Las changas son cada vez más escasas y de menor valor. La clase media, que en gran medida contrata para varias tareas a mucha mano de obra del trabajo informal, también siente las consecuencias del Ajuste del gobierno macrista. Los permanentes tarifazos en los servicios, la inflación que no para, el valor de los alimentos por las nubes y un aumento permanente en el costo de vida, muestran un cuadro de situación donde las familias de los barrios de todo el país, realizan esfuerzos increíbles por sobrevivir. Quienes se encuentran con trabajo, y cobran el salario mínimo, están por la mitad de lo que se necesita para no ser considerado pobre según el INDEC. Pudimos observar como en las ultimas tres semanas miles y miles de trabajadores desocupadxs e informales, vienen saliendo a las calles de todo el país. Miles reclamando por mejoras en sus ingresos y políticas que cubran lo escencial, que para millones de personas significa el plato diario de comida. Este reclamo se resume en la exigencia de la declaración de la Emergencia Alimentaria a nivel nacional. Sin embargo existen consecuencias mucho más trágicas producto de la aplicación de las medidas del ajuste económico del modelo que podríamos denominar Capitalismo Patriarcal de Mercado. Una es que en nuestros barrios una mujer es asesinada cada 32 horas como consecuencia de la violencia de género. La otra es tal cual lo denunciaran hace unos días las madres protagonistas de la 5ta Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, que en nuestro país hay un asesinato cada 21 horas de algún pibe o alguna piba. Estos asesinatos forman parte de la necesidad que tiene el sistema para, a través de las Fuerzas de Seguridad del Estado, poder difundir el miedo y el terror en la sociedad y así poder cerrar el modelo de super acumulación de ganancias de estas pocas familias. Así la desigualdad, a través de la represión se hace más profunda, se solidifica el discurso de la Plutocracia y se afianza el modelo que nombrábamos líneas atrás: el Capitalismo Patriarcal de Mercado.
¿Que demuestran la Desigualdad y la Plutocracia?
Sin dudas, pone en evidencia, que no es un momento revolucionario para el pueblo. También, que la clase trabajadora y el pueblo en general, venimos transitando un retroceso fenomenal en términos de derechos adquiridos en cuestiones sociales y económicas. Sin embargo este momento en particular, de debilidad política del gobierno de Macri, abre las posibilidades para que los sectores populares ganemos las calles y ejerzamos el Poder del Pueblo como una de las formas de hacer política. También nos muestra cómo un grupo tan pequeño de individuos, con poder económico y con los recursos y el poder del Estado, pueden dominar a millones.
¿Y ahora?
Al mismo tiempo que la minoría domina, nosotrxs que formamos parte de las millones de personas del pueblo, nos atraviesa en primer lugar la responsabilidad de terminar con semejante saqueo. Es decir que sigo convencido que ante tan importante grado de desigualdad y de frente a la plutocracia, se debe imponer un fuerte espíritu popular de construcción de política autónoma, de desarrollo económico autogestionado y libertad y soberanía independientes.
Finalmente, y como frutilla del postre, cabe destacar que Szolowiazda entrevistó a este especialista sobre desigualdad, en el marco en que éste venía invitado a dar una charla sobre el tema, para un evento del Grupo Techint de Paolo Rocca, el millonario número uno del país. Vaya si la vida es contradictoria.