Santino Cabanillas de 1 año y nueve meses de edad murió en brazos de su padre el 22 de enero debido a una bala disparada por agentes de la Seccional lV en una persecución a dos menores que se encontraban en la esquina de Del Molino y Del Cabildo en el barrio Marqués de Sobremonte, a 6 cuadras de donde se encontraban Cintia y Federico con su hijo; menores a los cuales se pretende hacer responsables de la muerte del niño.
Vecinos del barrio en reiteradas veces han manifestado que: “los pibes no tenían armas, solo podían correr escapándose de los tiros…”. Uno de ellos porta en su cuerpo una pieza clave del caso. Una bala 9mm que se encuentra en su pierna derecha, por encima del talón que puede corroborar los disparos que realizaba la policía en la persecución.
Es preciso mencionar que, en comunicación con la familia Cabanillas ellxs denuncian la responsabilidad de la policía como asesinos de su hijo y que temen porque este caso quede impune ya que en los procedimientos realizados por el cuerpo de “Balística” de esta institución se encontraron casquillos de 9mm pero en la autopsia realizada en el Hospital Municipal Infantil de Alta Córdoba se dejó registro que la perforación era de una 22 mm, es decir que se produjo una modificación para encubrir el accionar la policía.
Para la “justicia” hablamos de un caso más. Para la familia de Santino, 3 meses de vacío, de visitas a tribunales e impunidad para los mismos de siempre.
Para el Estado y su cotidiana política represiva instrumentada por la institución policial y su licencia para matar a lxs jóvenes de barrio. Tiempo en el cual se retiene la causa en cámara de acusación, hasta decidir bajo la jurisdicción de que tribunal se va a desenvolver el proceso de juicio y bajo la tutela de qué juez.
En primera instancia, la causa llega al Tribunal de menores bajo la supervisión de la jueza Giraudo quien la deriva a mayores debido a la implicancia de los efectivos policiales.
Una vez en Tribunales 2 la causa es recibida por la fiscalía 3, distrito 6 a cargo del fiscal Carlos Matheu quien decide patear la causa nuevamente en la que se encuentran implicados dos agentes policiales de la Seccional lV, Unidad 22, Cap. 8 identificados como el “Chuncano” y Matías Ezequiel Venezia a quienes la familia reconoce como responsables directos de la muerte de su hijo.
En diálogo con Elizabeth Ulloque, madre de Fernando quien se encuentra privado de su libertad en el Complejo Esperanza nos comenta que su familia ya ha tenido una experiencia con el fiscal Carlos Matheu en el 2006 debido a otro caso de gatillo fácil en el cual un policía llamado Marcelo Palau asesina de un tiro en la cabeza a su hija Natalia Basualdo. Otro caso que resulta impune para un policía que continúa caminando en libertad a cuadras de su casa, sin obtener una respuesta por parte de la justicia.
Bajo esta lupa que acabamos de figurar sobre el accionar represivo policial y judicial, debemos mencionar que los dos menores se encuentran privados de su libertad en el Complejo Esperanza en donde se ha estado evadiendo la responsabilidad de atención médica para que el joven que tiene la bala pueda ser operado y el caso pueda continuar su curso en busca de…, sino al menos de “justicia”…, menos impunidad para la policía y el encubrimiento de los crímenes del Estado.