Asimismo, el año pasado murió un chico en contexto de incendio en este instituto. Otra muerte fue la de Germán Medina quien estaba en una celda de aislamiento de 3 por 2 metros, oscura, sin luz natural ni aberturas, sin luz artificial durante el día, con una puerta de metal ciega, sin más mobiliario que un camastro sin almohada, con aire enrarecido y olor fuerte y desagradable. El 11 de enero de 2007, muy temprano por la mañana, Germán fue hallado muerto. Ahorcado.
Como se recordará, a fines del año pasado también murió Diego Borja (16) en contexto de incendio quien se hallaba castigado en una celda de aislamiento del Agote “por hablarle de mal modo a un adulto”. Las celdas de aislamiento están prohibidas por leyes internacionales y nacionales en el caso de los niños.
A la vez, Rodolfo Arancibia (16) fue detenido en mayo de 2009 en el Instituto Agote. A las 7 de la mañana del día siguiente, lo encontraron colgando del único ventiluz del calabozo. Y, según informó la médica forense que revisó el cuerpo en el lugar, “presentaba una tela sobre la boca a modo de mordaza”. Cuando se la quitaron, encontraron dos medias forzadas dentro de la boca. También, tenía marcas de golpes en la cara. Sus muñecas mostraban las típicas lesiones por esposas muy apretadas”. También por la época, fuentes periodísticas denunciaron otra muerte: “Apareció ahorcado en una celda de castigo del Instituto Roca, ‘el hisopado rectal muestra la presencia de líquido seminal de una o más personas, lo cual demuestra que había sido violado”, según informó Correpi en la oportunidad.
Recientemente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la competencia de la Procuración Penitenciaria de la Nación para inspeccionar las cárceles para pibes dependientes de la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf) en la Caba. En esos antros de cautiverio infantil fueron asesinados, torturados y violados chicos sin que ningún organismo pudiera monitorear sus condiciones de vida, ya que el anterior secretario Gabriel Lerner y Alicia Kirchner, ex ministra de Desarrollo Social impidieron sistemáticamente toda inspección que hubiera evitado los crímenes. Como lo muestran los hechos, de modo contundente, las nuevas autoridades siguen por el camino del garrote y el encierro, cuando el estado tiene una diversidad de herramientas alternativas para abordar la problemática juvenil. Esta situacion se agrava con los datos revelados por el Observatorio de la Universidad Católica Argentina: En los últimos 4 meses la exclusión albergó a un millón y medio de nuevos pobres. Precisamente, en la UCA se recibió de ingeniero el presidente de la Nación, Mauricio Macri.