Mediados de los ’90. La sensación térmica social era similar a este presente.
Desempleo. Pagos escalonados. Miseria. Oscuridad. Cuerpos indefensos.
Aparecía en el escenario una fragmentación más de la sociedad: “los indigentes”.
El miedo eterno de la pauperizada clase media – que aceptó la degradación de la vida en todas sus manifestaciones – mutó en pánico ante la pérdida del confort con cada medida de ajuste. La violencia institucional que emanaba de la agenda política fue entonces tolerada por las mayorías.
Lenta y afortunadamente emergieron voces rebeldes que no quisieron sólo resistir y comenzó a recuperarse el espacio público.
RIO REVUELTO.
A mediados de los ’90 también, y en consonancia con paradigmas garantistas a nivel internacional, la República Argentina adoptó como propia la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Un hecho trascendental en la vida institucional de un país que pretendía modificar el paradigma tutelar hasta el momento vigente, por el de “protección integral”. Entonces, el “interés superior del niño” comenzó a cobrar relevancia y de las declamaciones, surgieron las normas.
En la letra de la norma, el niño es considerado como sujeto de derecho.
Paulatinamente las instituciones involucradas cambiaron nombres, se crearon equipos técnicos interdisciplinarios, transdiciplinarios, multidisciplinarios; comisiones interpoderes, de cada poder, en cada organismo…
Florecieron las ONG, las fundaciones, las asociaciones civiles …
Se pidieron informes, se hicieron informes. Crecieron los expedientes como la maleza en su mejor sitio. Se ampliaron instalaciones y se crearon cargos, funciones y roles …
Se crearon comisiones.
Y las víctimas repetían (y repiten) una y otra vez cada historia monstruosa, como una letanía.
Victimas.
Una y otra vez víctimas.
Si las clases gobernantes dedicaran una nimiedad de su tiempo en considerar relevantes a las políticas públicas, se pondrían en práctica otras intervenciones sociales independientes del clientelismo político, para entre otras cosas, investigar la hasta ahora “supuesta red de prostitución infantil” en la provincia de Chubut.
No debería ésta ser tarea de los y las ciudadanos/as.
En esta circunstancia, bajo la denominada causa: “Abuso sexual agravado – Caso Ministerio Público Fiscal 56770 “(Expediente 1047/16), se ha comprobado el grave delito de abuso sexual en virtud de la contundencia de las pruebas. Es decir, se ha comprobado la tortura, el inmenso daño realizado, al menos, a un niño.
¿Qué hizo el Ministerio Público Fiscal de Puerto Madryn al recibir la denuncia en el año 2.016? Basar su respuesta en la perspectiva opuesta a la concepción del niño como sujeto de derecho. Ergo, lo consideró INCAPAZ al calificar su relato de “increíble”. Fiscales e idóneos del MPF de Puerto Madryn, consideraron irrelevantes las pruebas inicialmente presentadas. Fin de la primer etapa. Pase a archivo.
Han pasado ya largos 25 años en que la Convención de los Derechos del Niño ha adquirido rango constitucional en la Argentina, sin embargo desde la propia administración de justicia, no sólo no se actúa conforme a los principios normativos, sino se reproducen prácticas innecesariamente burocráticas que dilatan las resoluciones en favor de la niñez y las familias.
Pericia física contundente. Cámara Gesell, contundente.
Para la familia del niño fue necesario iniciar nuevamente las acciones porque, la fiscalía a cargo del Dr. Daniel Báez (jefe de Fiscales de Puerto Madryn) no acusó.
Pericia física contundente. Cámara Gesell, contundente.
Las pruebas que el 15 de abril de 2.019 fueron suficientes para condenar a la Sra. Bárbara de Cristófano (madre del niño, maestra jardinera) y su pareja Julián Morón (ex concejal), como responsables del delito de abuso sexual gravemente ultrajante para el Sr. Daniel Báez – Jefe de Fiscales – no fueron relevantes.
Ni las pruebas, ni el relato. El relato menos.
El relato menciona victimarios/as.
Se estrellan en el mar las lágrimas inocentes.
¿Cómo puede un paraíso como Puerto Pirámides, contener tanto infierno?
Además de la tortura vivida en cada célula de su ser, el niño víctima debe escuchar y ver a adultxs que no creen que los monstruos conviven entre nosotrxs.
Sucedió en Puerto Pirámides – Patrimonio de la humanidad (Unesco) –.
Sucedió cerca de la escuela que tuvo el honor de recibir a Osvaldo Bayer y nombrar así a la institución de nivel secundario y tuvo también, la desatinada decisión de apoyar abiertamente a los culpables de este asesinato a la infancia.
CULPABLES.
Se los declaró culpables el día 15 de abril de 2.019.
El día 2 de mayo de 2.019 se establecieron 14 años de pena para Julián Morón y 16 años para Bárbara de Cristófano (madre del niño).
A partir de allí, dirigentes y dirigentas sindicales, equipos directivos docentes, empleados municipales, de la cooperativa del pueblo … asumieron el rol de acompañamiento a los culpables: “Barby y Julián inocentes” rezan las cartulinas escolares.
Una probable respuesta a este incondicional acompañamiento, es que del relato surgió información, se pronunciaron nombres. Nombres y apellidos de autoridades, de empleados, de familiares de empleados….
Alrededor de 30 personas adultas son mencionadas en el relato inconvenientemente increíble.
Puerto Pirámides es un poblado de alrededor de 700 personas.
El ingreso a las plantas funcionales del estado permite – a diferencia de los ’90 – la no visibilización de la indigencia. En estas últimas décadas si algo creció fue la estructura estatal respecto a la cantidad de personal.
Precarización, sí. Indigencia, no.
Este cuantioso ingreso de trabajadores/as al estado ha provocado – entre muchas cuestiones – un conjunto de personas dispuestas a subir al colectivo y a marchar, porque es parte del trabajo que realizan para el patrón que los contrata.
En ese sentido, expresa Nelly Rovera – Referente del Departamento de Género e Igualdad de Oportunidades de la Asociación Trabajadores del Estado y de la CTA Autónoma – además durante 12 años secretaria privada del (hoy) legislador provincial mencionado en el relato del niño – y ferviente acompañante de los culpables:
“ (…) Es que quizás puedan ocupar, no digo que no ocupen no sé, algún cargo en la municipalidad o en otro lado pero casi todos te podría decir, menos dos, son gente del pueblo, son campesinos, son gente de campo, que labura en el campo, que no sé, que se dedican a ser alambradores, a domar caballos, entendés? La mayoría, la mayoría de hecho, si se mira un poco… (…) (en FM Alas, “Minga”).
Hasta el año 2.015 el Sr. Alejandro Albaini fue intendente de la localidad de Puerto Pirámides, actualmente es legislador por el oficialismo (CHUSOTO). Durante su gestión como intendente de la localidad, supieron acompañarlo como concejales el Sr. Julián Morón (condenado hoy a 14 años) y Miryam Idiarte (hermana de Morón, candidata nuevamente a ese cargo). Durante esa gestión ingresaron familiares directos e indirectos, vecinos y/o amigos a cumplir funciones en la administración del estado y cooperativa con funciones intermedias y como personal auxiliar y de servicios.
La relación de esa gestión municipal con el resto de las instituciones estatales debe haber sido óptima. Los directivos de las escuelas (nivel inicial, primario y secundario) docentes, personal auxiliar y de servicios como empleados municipales, el actual intendente, dirigentes de ATE CTA, etc., han acompañado a los culpables como testigos de concepto citados por la defensa de los mismos. Han organizado dos marchas en el pueblo bajo las consignas “BARBY Y JULIAN INOCENTES” y “QUEREMOS QUE SE JUZGUE A TODOS LOS IMPUTADOS NO SOLO A DOS. JULIAN Y BARBY INOCENTES”. Cabe destacar que las dos marchas organizadas por quienes apoyan a los culpables, se realizaron posteriormente a la sentencia. Una vez dictaminada la culpabilidad. ¿Con qué objetivo se expone ahora parte de la población? ¿Por qué no se “solidarizaron” antes de la sentencia?
La presencia de la referente de “Madres Víctimas de Trata”, señora Margarita Meira, fue fundamental para acompañar y visibilizar la problemática denunciada que fue silenciada por todos los medios de comunicación hegemónicos de la zona.
Prostitución Infantil. Trata de personas. Delitos de lesa humanidad. Delitos que no prescriben. Delitos escondidos como migajas bajo la alfombra.
Silencio en el pueblo.
En general de eso no se habla.
Si no se habla, no existe.
Pero habló.
El niño hoy más valiente que víctima, habló. Y es aquí donde brotan esperanzas nuevamente. Si bien la condena en sí misma no repara el daño atroz, permitió evidenciar la veracidad del relato. Y en él, la increíble trama de complicidades y clientelismo político partidario.
Trama compleja la de la trata de personas.
Tanto que desde la organización “Madres Víctimas de Trata” se impulsará la reapertura de la investigación para encontrar al resto de los culpables de proxenetismo y pedofilia.
Nos relata el padre del niño:
“(…) A este desenlace judicial se llega desde un muy difícil camino. Este camino fue cuesta arriba dado que el acusador natural que es la fiscalía de Puerto Madryn, con Daniel Báez como fiscal Jefe, decidió correrse de la investigación y velar al igual que la Defensa de los imputados, por el sobreseimiento de los imputados. Esto a pesar de estar comprobado clínicamente el acceso carnal.
Me constituyo en querellante junto con el Dr. Alfredo Pérez Galimberti y el Dr. Federico Ruffa quienes siguieron adelante con la investigación solos como querella autónoma. Y la misma erogó una evidencia tan contundente que la jueza Stella Eismendi elevó el caso a Juicio. Es la primera vez que una querella autónoma sin fiscalía llega a juicio en la provincia de Chubut. (…)
Dentro de la prueba constan 2 cámaras Gessel, son dos dado que la fiscal Angélica Carcano le cortó el relato a mi hijo cuando empezó a nombrar a otros abusadores. De hecho hay una carpeta archivada por la fiscalía donde aparecen mencionados los otros agresores. (…)”.
En esta parte de la Patagonia que enamoró a Osvaldo Bayer por su espíritu indomable, en ese rincón patrimonio de la humanidad, paraíso terrenal …en ese espacio – tiempo que irradia la belleza natural, allí en esas pocas calles que conforman el pequeño pueblo, frente a la escuela, durante años violaban a un niño.
O dos, o tres o quizás muchos más…
“Abuso sexual agravado – Caso Ministerio Público Fiscal 56770
(Expediente 1047/16)