El incendio del recubrimiento de poliuretano de una de las tres celdas que integraban el sector de aislamiento produjo la muerte de su ocupante, y del joven español de 19 años encerrado en la celda contigua.

La tragedia desnudó una serie de prácticas y falencias estructurales en la unidad, presentes también durante la tragedia, que incluyen negligencias del personal penitenciario previas, concomitantes y posteriores al incendio. Entre ellas, no es posible obviar las condiciones materiales y de seguridad del sector de aislamiento, la deficiente requisa previa de los pacientes psiquiátricos alojados allí, y las irregularidades en la toma de decisión de su derivación. Tampoco la ausencia de custodia y supervisión directa ni el control de las filmaciones del sector, las ineficaces maniobras de rescate y el probado intento de borrado intencional de las grabaciones que registraron todas estas imprudencias.

Cuatro funcionarios penitenciarios, entre ellos el Director del establecimiento al momento de los hechos, se encuentran procesados por el delito de homicidio culposo. La causa, donde la Procuración Penitenciaria de la Nación y el Ministerio Público de la Defensa en representación de familiares de una de las víctimas son partes querellantes, ha quedado radicada en el Tribunal Oral en lo Criminal N 4 de Capital Federal. Al encontrarse cumplidos la totalidad de los requisitos, la Procuración Penitenciaria ha requerido recientemente, a cuatro años de la tragedia, su inminente citación a juicio y se aguarda por su posterior fijación de fechas para el debate.

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