Todavía con las repercusiones de la aparición del cuerpo de Luciano Arruga, con la familia de Franco que se puso al frente de la búsqueda y las organizaciones que nos movilizamos, logramos romper el cerco mediático que se impone en la mayoría de los casos y hacer visible un hecho que se da frecuentemente en las barriadas rosarinas como es la desaparición de personas y el asesinato a manos de la policía. Así, Franco Casco, un pibe laburante de Florencio Varela, pasa a engrosar la lista de los asesinados por la policía santafesina, a cargo hoy de Bonfatti.
A la represión del estado la seguiremos enfrentando con organización y lucha, hasta que no haya más pibes asesinados como Franco.
CADH – Comisión Antirrepresiva y por los DDHH en el Encuentro Nacional Antirrepresivo