«Los amo eternamente».

TESTIMONIO DE CRISTINA GRAMAJO
Recuerdo casi todo ese día, fue de mucho calor, muchos tramos de ese día, los tengo grabados, pero alrededor de las 20 horas, antes de salir de casa para llevarle la comida a mi hijo, recibo un llamado telefónico, mi hija que me preguntaba si me faltaba mucho para salir, le dije que no, que le estaba terminando de preparar los medicamentos para Sergi. La noté algo rara me dijo que me apurara, que en la Comisaría había un Motín, en esos momentos se levanta una tormenta de viento y se larga a llover, para nuestra familia, la lluvia siempre estuvo presente en momentos muy especiales de nuestra vida… Tuve un mal presentimiento, que no quería ni pensarlo, la lluvia nos acompañó en buenos y malos momentos, pero siempre cruciales.
Hice lo más rápido posible por llegar a la comisaría, cuándo estoy llegando una fila de policías había cerrado la calle, desesperada les dije mi hijo está en la Comisaría, por favor déjenme pasar, me indican que estacione en la plaza de enfrente, estoy bajando la comida y demás cosas que habitualmente le llevaba a mi Sergi, y por detrás, llega mi hija y me dice, dejá la comida mami, dale, salimos corriendo y en ese trayecto, de una cuadra me dice,” hay muertos, má “…
Al llegar a la puerta de la Comisaría era un caos, ya estaban casi todos los familiares de los otros chicos, les pregunto que sabían ellos y me dicen a tu hijo lo llevaron al hospital, estaba enfermo, con desesperación quiero dirigirme hacia allí, en ese momento llega mi hijo mayor y me dice, no ma, no te muevas de aquí, esperemos la palabra oficial, mucha incertidumbre y desesperación, al rato reciben un llamado de la abuela desde Tucumán, para conocer si la noticia que vio x televisión era cierta…
Yo no podía reaccionar, no sabía que pensar, que decir, no podía sentir, creo que fui autómata, recuerdo también que me acerque a Silvia, otra mamá, para decirle que tengamos fe, que nuestros hijos estarían bien… Entre otros tramos de ese día, no puedo olvidar que esa tarde, mi hijo me hizo llamar x la oficial para saber cómo había dado la pericia social, con la esperanza que pronto estaría en casa, yo le hice responder, que no esté tan ansioso, que junto a la comida le dejaría una carta para contarle bien. pero que se quedara tranquilo que todo había salido bien, que “presentarían el informe al juez y a casita…”
Creo que pasó mucho tiempo hasta que nos informaron oficialmente que pasaba, un rato antes de que leyeran los nombres de los fallecidos, mis hijos se enteran que Sergi mi hijo, su hermano menor estaba en la lista.
Fue el primer nombre que gritaron, de manera fría entre tanto horror.
Ahora a la distancia me cuestiono, el haber interpuesto siempre el cumplimiento de las normas, por ejemplo no haberle permitido a mi hijo tener o hablar por celular mientras estaba detenido, mi famosa frase “ hace buena letra”, no recibí ningún mensaje de él en sus momentos de desesperación, no lo pude acompañar.
Hoy lo que tengo son sus cartas, donde nos dejó agradecimiento, el reconocer que debía hacer un giro de 180 grados a su vida, que tenía una devoción especial por sus cinco sobrinos y un “los amo eternamente”.