El ENA se conformó el 10 de octubre de 2011, a partir de la convocatoria que lanzaron de conjunto CORREPI (Coordinadora contra la represión policial e institucional) de Buenos Aires, el FAM (Frente Antirrepresivo de Mar del Plata), la CADH (Coordinadora Antirrepresiva y por los DDHH) de Rosario y la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba. Sobre la base de su común historia de coordinación, cada organización aportó los vínculos y contactos con los que contaba en diferentes provincias, para reunir lo más representativo del movimiento antirrepresivo en Argentina.
“Ante la continuidad del modelo económico genocida administrado desde el poder estatal y todas sus instituciones, se ha vuelto necesaria la coordinación de organizaciones que enfrenten la política represiva aplicada por los diferentes gobiernos en todas sus formas, ya sea a través de sus fuerzas represivas oficiales u oficiosas”, decía el documento que dio nacimiento al espacio, que luego se definía así: “…Quienes entendemos que la represión en todas sus formas es política de estado, hemos decidido comenzar un camino de lucha y organización contra esta represión. Nos proponemos nuclear a cada vez más compañeros que estén dispuestos a asumir esta tarea, manteniendo la independencia del estado y de todas sus instituciones u organismos, pues esto es la garantía de que jamás confundiremos nuestro rumbo: la herramienta represiva, en el marco de este sistema, es siempre la respuesta del estado, gobierne quien gobierne”.
Con plenarios cada seis meses, y una agenda de debate y acción común cotidiana, que se suma a la propia de cada agrupación, el ENA ha ido creciendo, con la incorporación de compañeros y organizaciones de distintas localidades de Chubut, Río Negro, Buenos Aires, la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Corrientes en Argentina, y a partir de ahora, Uruguay, donde la represión estatal responde a las mismas necesidades del sistema que en Argentina, tal como lo expusieron los compañeros de la Plenaria Memoria y Justicia.
En este sexto plenario, se definieron dos ejes políticos principales para la militancia en el próximo período. En el campo de la represión selectiva, la lucha por la libertad de los presos políticos y por el cierre de las causas a los luchadores, con especial énfasis en la campaña la absolución de los trabajadores de Las Heras. En relación a la represión de carácter preventivo, el foco del ENA estará puesto en la campaña de denuncia y organización popular contra el sistema de detenciones arbitrarias que funciona en todo el país, con mínimas variantes locales, al amparo de la averiguación de antecedentes o “para identificar”, y los códigos de faltas o contravenciones. También se acordó la necesidad de dar visibilidad al juicio que se viene realizando desde febrero por los asesinatos en Plaza de Mayo durante las jornadas de rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, señalando las limitaciones impuestas por el gobierno al proceso, que juzga a los funcionarios del gobierno nacional por “negligentes” y no por represores.
Otra resolución de importancia, de carácter más operativo, fue la de funcionar en regionales entre cada plenario, para profundizar la coordinación entre las organizaciones más cercanas territorialmente.
El viernes, después del inicio del plenario, todas las organizaciones que integran el ENA convocaron a una charla pública sobre las asonadas policiales y la cuestión de la “sindicalización” policial, tema que atravesó el país entero el pasado diciembre. El panel se conformó con compañeros de la Biblioteca Popular de Bella Vista, la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba, el Movimiento Antirrepresivo de Olavarría y CORREPI. La experiencia directa de los compañeros cordobeses, en cuyo distrito se disparó el conflicto, y de Olavarría, donde el Sin.Po.Pe. (Sindicato de Policías y Penitenciarios) realizó un “quite de colaboración” al municipio para exigir la libertad del policía Coria, asesino del trabajador Tito Ortega, sirvieron de presentación para un intenso y rico debate, del que participaron más de un centenar de compañeros de diversas organizaciones que respondieron a la convocatoria, y en el que se destacó la intervención de la compañera uruguaya Irma Leites.
Tras el segundo día de deliberaciones, el sábado a la noche, con una peña en la casa cultural y de los trabajadores América Despierta, al son de la cumbia insurgente de La Víctor Jarra, se cerró el plenario.
Con la incorporación, como integrantes permanentes, de nuevas organizaciones, el ENA quedó conformado así:
AGARRE (Acción Grupal Antirrepresiva, Comodoro Rivadavia); Agrupación Otoño Uriarte (Cipoletti); Biblioteca Popular de Bella Vista, Córdoba; CADH (Comisión Antirrepresiva por los DDHH, Rosario); Centro Cultural El Birri (Santa Fe); Centro Cultural Estación Esperanza (Rafaela, Santa Fe); Colectivo de Militantes por los DDHH de El Bolsón; Comisión Antirrepresiva de Corrientes; Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba; Coordinadora Antirrepresiva Oeste (GBA oeste); Coordinadora Norpatagónica de Choele Choel; COPODH (Colectivo Popular por los Derechos Humanos, CABA); CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, CABA, GBA y La Plata ); FAM (Frente Antirrepresivo de Mar del Plata); Movimiento Antirrepresivo de Olavarría (Buenos Aires); Sociedad de Resistencia (Mendoza), y la adhesión de la Plenaria Memoria y Justicia (Uruguay).
El próximo plenario se realizará los días 11, 12 y 13 de octubre en Córdoba, con la expectativa de seguir sumando