Luego de cumplir 58 días de huelga de hambre, la justicia paraguaya le concedió la prisión domiciliaria junto a sus compañeros de causa en razón de su delicado estado de salud.
Sin embargo, antes de llegar a su domicilio fue arrestado por orden judicial en otra causa. A las irregularidades y la parcialidad manifiesta de la “Justicia” en el caso Curuguaty se agrega esta nueva afrenta a los sobrevivientes de la masacre de Marina Kue.
Atropello jurídico
El nuevo atropello judicial contra el dirigente de la ocupación de tierras de Marina Kue confirma que el papel que tiene la Justicia paraguaya consiste en el resguardo de los intereses de las clases dominantes mafiosas y parásitas del Paraguay, y en el disciplinamiento del campesinado pobre.
La causa judicial por la que ahora se ordena nuevamente su prisión data del año 2008 y sugestivamente nunca tuvo movimiento alguno, hasta que Rubén fue dado de alta el dia 15 de abril y estaba regresando a su domicilio en Curuguaty. Fue entonces que el juez Carlos Goiburú ordenó su detención y lo envió de regreso al penal de Tacumbú.
Al momento de interponerse la Apelación se conoció la intención de la jueza Janine Rios, titular del Juzgado de Garantias que en este momento subroga Goiburú, de pedir en esa causa el agravamiento de carátula para impedir que Villalba vuelva a ser beneficiado con la prisión domiciliaria.
La Jueza Rios es la misma que decidió elevar a juicio la causa por la masacre de Curuguaty obviando una larguísima lista de irregularidades, atropellos y omisiones de la instrucción.
De regreso en Tacumbú interrumpió su recién comenzado proceso de realimentación, posición que declinaría un día después en vistas de su marcado estado de debilidad.
El ensañamiento contra Rubén Villalba muestra en este caso, sumamente mediático, el comportamiento habitual de la justicia con el campesinado en lucha.
Recientemente el Fiscal General Díaz Verón admitió públicamente que ya no se hará ninguna investigación acerca de las torturas a que fueron sometidos los sobrevivientes de la masacre de Marina Kué y que tampoco se investigarán las ejecuciones de campesinos en el lugar, hechos omitidos deliberadamente por el fiscal Jalil Rachid.
Poco antes, la justicia comunicó a la defensa de Raquel, la compañera de Rubén – quien era menor edad al momento de la masacre- que será llevada a juicio junto a los demás imputados por cuestiones de “economía procesal”.
Ayer 17 de abril, Día internacional del Preso Político y también de la lucha campesina, Rubén envió una carta pública en la que explica: “El caso “Pindó”, Jasy Kañy, por el que me volvieron a traer a este lugar inhumano es por haber defendido junto a mis compañeros a nuestra comunidad que estaba siendo fumigada en el 2008 por brasileros que hacen lo que quieren en nuestro país, usan y abusan, como dice Cartes” en referencia a los dichos del presidente paraguayo, que exhortó a los inversores extranjeros a “usar y abusar” del Paraguay.
Consciente de qué intereses lo mantienen cautivo, Rubén nos convoca a seguir luchando: “En este día internacional de los presos políticos les pido con fuerza seguir luchando por la libertad de todos los presos políticos y se sumen con fuerza a repudiar al poder judicial clasista y oligarca…”