Heridos graves tras la brutal represión

 

“Desde las 13 hasta las 18 horas sufrimos una feroz represión que dejó como saldo a más de 20 heridos, entre ellos 8 de extrema gravedad, algunos de los cuales tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente y se encuentran transitando el post operatorio en el pabellón, sin medicamentos, ni asistencia sanitaria”, denunciaron los detenidos en un comunicado que publicó La Cantora, organización que actuó como nexo para romper el “tradicional” silenciamiento.El comunicado también revela que uno de los compañeros sufrió un disparo en la nuca en un claro intento de fusilamiento. Asimismo, en el texto se afirma que “el domingo 17 hemos presentado una acción de amparo antes las autoridades del Servicio Penitenciario Federal y ante el mismo juzgado para prevenir próximas represiones y traslados arbitrarios”.Ayala, director de Planta, fue jefe de requisa en el Chaco y vino trasladado de la Unidad 9 de Neuquén, ésta era su primer semana en Devoto y también fue la última. Así lo asegura una fuerte versión. Cabe recordar que durante la dictadura las visitas veían a los presos rejas de por medio, con el advenimiento de la constitucionalidad se reiniciaron las visitas de contacto y dentro de los pabellones, en el caso de los hombres visitantes. Es claro que el subprefecto, a cargo del penal en ese momento, quería regresar a los años del plomo en todas sus dimensiones, en la prisión supuestamente más “mirada” del país.Como se sabe, la Argentina es una de las pocas naciones del mundo que tiene el servicio penitenciario militarizado. En el Congreso duerme un proyecto de desmilitarización, el mecanismo nacional de prevención que brindó marketing al kirchnerismo sigue ausente sin aviso y en las cárceles, colmadas de excluidos, crece la resistencia a la vulneración de derechos como la vida y la integridad. J.M.