Textual en Devoto
Las voces y los hechos (síntesis)
Alcira Daroqui, titular de la Carrera de Sociología:
“Venimos a garantizar un espacio y un derecho”

Alcira Daroqui, María Nosiglia y Jorge Sorda

Para nosotros hoy es un día muy especial. En el año 1987, la carrera de Sociología era convocada por un grupo muy pequeño de estudiantes que estaban detenidos desde la época de la dictadura. Eran presos considerados políticos varios de ellos y, cuando apareció la idea de convocar al CBC, ellos decidieron que era la carrera de Sociología la que les permitiría abrir un espacio parea debatir y discutir, abrir un poco las ideas. (…)No es común celebrar veinticinco años. Decía al principio que la convocatoria de la carrera se dio en el marco del retorno de la democracia, y quiero destacar dos cosas. La primera, que la presencia de Sociología en las cárceles es posible porque es posible que la Universidad pública lo impulse. Y además porque esa Universidad pública es la Universidad de Buenos Aires. Eso no tenemos que soslayarlo jamás. Y en ese sentido, debemos decir que más allá de las dificultades y los tropiezos, los logros que hemos obtenido durante todos estos años, siempre estuvimos acompañados, en todos estos procesos por las autoridades. En el caso nuestro, por todos nuestros decanos y todos los directores de nuestra carrera y todos nuestros docentes. Quizás no haya actividad más clara dentro de nuestra carrera, que produzca más, que nuestra participación en el Programa UBA XXII. Esta cuestión de llamar a los docentes y que esté tan claro para todos ellos que sólo preguntan adónde me toca este cuatrimestre, en Ezeiza o en Devoto.(…) Es decir, tener claro que este es su compromiso y que es un compromiso por partida doble: que este Programa nació y sigue estando con el objetivo de garantizar el derecho al estudio universitario, lejos de cualquier política asistencialista y de cualquier política terapéutica. Nosotros acá no venimos a curar a nadie. Venimos a garantizar un espacio y un derecho. Un espacio de intercambio de ideas y reflexiones. Un espacio en el que, dentro de la cárcel se garantice el respeto a los derechos y a la dignidad.(…)Y quiero decir, por último, que la carrera de Sociología estuvo y está presente en todas las cárceles en donde se ha podido abrir un espacio: aquí en Devoto, en Ezeiza mujeres, estuvimos en el centro universitario de Caseros “la vieja” y en la otra Caseros, la Unidad Uno, allí con un sistema de tutorías, así como en la Unidad 19 y en la Unidad 31, con sistema de tutorías, asistimos a los compañeros que habían sido trasladados al Complejo I. Estuvimos siempre.

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María Catalina Nosiglia, secretaria de Asuntos Académicos de la Universidad de Buenos Aires:
“Una construcción social, colectiva”
(…)Entiendo que este Programa es un proyecto educativo que tiene una construcción social, colectiva, en donde las personas que están ahora, más muchos que no están en este momento, son realmente aquellos a quienes tenemos que homenajear. (…)Quiero recordar que, junto con los veinticinco años de la carrera de Sociología, se están cumpliendo veintisiete de la creación del Programa. Y que, en ese momento, el proyecto era realmente muy innovador y muy osado. Ahora estamos en otras circunstancias. (…)Por lo tanto, fue claramente la voluntad de los sectores políticos de considerar a la educación en contextos de encierro como cualquier otra modalidad del sistema educativo. No es un dato menor, y como si esto fuera poco, la redacción posterior de una ley que regula la actividad educativa de la gente privada de su libertad. Por lo cual ahora es más fácil desarrollar la tarea porque tenemos un respaldo político y un reconocimiento mucho mayor a esta tarea y una obligación del Estado y, entre ellos, la universidad pública.(…)El Programa UBA XXII tiene, por primera vez un lugar, un espacio físico en la Secretaría Académica junto al de UBA XXI, y la posibilidad de poder compartir los recursos que el Programa UBA XXI tiene y ofrece a los alumnos que cursan el CBC a distancia en la UBA. Tiene un local, un espacio, y tiene un nombre al cual la gente se puede dirigir, un espacio donde los decentes se pueden reunir. Incorporamos una pedagoga al Programa UBA XXII para intentar hacer una innovación. Así como hemos incorporado nuevas tecnologías en la información y la comunicación para el mejoramiento de la enseñanza y el aprendizaje de nuestros alumnos en la Universidad, estamos intentando, aunque aún no tenemos el acceso a Internet desde las cárceles quizás podamos lograrlo, poder incorporar la enseñanza a distancia en el contexto de encierro, porque eso va a complementar y a aumentar la posibilidad de espacios de formación que podamos brindar. (….)Entonces, me toca felicitar a toda la gente comprometida que está acá y que estuvo, a lo que viene desarrollando y aquí quiero recordar a Marta Laferriere y comprometerme en este acto, a seguir dándole al Programa una visibilidad mayor y una expansión a través de este tipo de políticas.
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Adriana Clemente, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales:
“Herramienta de libertad y superación”
Festejar estos primeros veinticinco años es todo un logro, que tiene que ver con procesos educativos, y en un contexto como éste es tan difícil poder mantener un proyecto alternativo. Es un gran orgullo que esto se haya podido sostener desde la Universidad pública. Este es un proyecto que pensamos mirando a futuro también, así que además de felicitar a la Carrera de Sociología por la persistencia y la lucha inclaudicable a través de tanto tiempo, les comento que estaremos sumando a la carrera de Trabajo Social al Programa UBA XXII. Nos costó muchos años y recién ahora lo hemos logrado, pero es otro motivo de orgullo y una muestra de que miramos siempre hacia delante, sumando actividades y propuestas al Programa, desde esta Facultad de Ciencias Sociales. Otra consideración que me gustaría compartir con los estudiantes es la significación de el conocimiento y el estudio de las ciencias sociales como herramienta de libertad y superación, de desarrollo intelectual, ….(…)Por último, quiero mencionar y recodar que este año hemos tenido que resistir como institución el intento de los represores de boicotear este Programa. Así como lo hicieron con los desaparecidos, al no poder eliminar la expresión de libertad por derecha, lo intentan por izquierda. Quiero resaltar esto porque cuando un proyecto como este se institucionaliza, es para todos, pero: ¿Es realmente para todos? Pues no es para estos señores, criminales de lesa humanidad. Digo esto porque estudiar es un derecho que nosotros como institución garantizamos a las personas privadas de su libertad y en ello estamos comprometidos no solo la Universidad de Buenos Aires sino cada una de las personas que integran el estudiantado, con una perspectiva superadora que apuesta a la libertad y la superación a través del conocimiento. Vamos por más, nunca por menos. Siempre por más.
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Ariel Cejas Meliare, titular del Programa UBA XXII- Educación en Cárceles:
“El Programa está vivo y nadie , absolutamente nadie, lo cerrará”
Estoy muy contento de poder celebrar junto a todos ustedes los 25 años de la carrera de Sociología en el Programa. Ha sido un camino con muchas trabas e inconvenientes de parte del Servicio, pero fue posible superarlas y seguir adelante gracias al compromiso y la resistencia de todos ustedes, las chicas y los muchachos, el cuerpo docente, las y los coordinadores de cada facultad que mantienen vivo a este Programa que nadie, absolutamente nadie va a poder cerrar. Quiero reconocer fundamentalmente a la hoy directora de la carrera de Sociología y antes coordinadora y docente del Programa, Alcira, con quien venimos hace muchos años compartiendo esta lucha, con todos los logros que esto implica. Por supuesto que aún falta mucho, pero ya tenemos algunas materias de la carrera de Derecho en Ezeiza, la carrera de Sociología en el Complejo, los cursos de computación, este año hicimos un taller de Jardinería en la Unidad 19, haciendo pie de una manera en que antes no se había podido hacer. Está incluso el CBC en la Unidad 19. impulsamos carreras cortas con salida laboral importante que no quería dejar de destacar.Para terminar, la semana pasada se inauguraron dos Centros Universitarios: uno en Ezeiza y otro en la Unidad 3, dos hechos alentadores, pero tengo que decir que ninguno de los dos casos fue nombrada la Universidad de Buenos Aires por las autoridades, esa UBA que va y hace posible esta construcción en las cárceles. A pesar de esos “olvidos”, lo hemos tomado con mucha alegría pues es un reclamo histórico del Programa que podamos tener lugares dignos para dar clase. Muchas Gracias.
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Jorge Sorda, representante de los docentes:
“Avancemos”
(…)Para nosotros, además de una actividad académica es una actividad laboral y un espacio de crítica y es también un lugar de aprendizaje. Cuatrimestre a cuatrimestre, con la heterogeneidad de los distintos compañeros que concurren a los diversos cursos, confieso que he aprendido. Y aprendí no sólo cosas de la vida sino también otras bien interesantes. Sería injusto no recordar a gran parte de los compañeros que han pasado por este Programa, muchos de los cuales nos siguen acompañando en la Universidad. Sería injusto no reconocer a los compañeros estudiantes que, producto de distintas circunstancias a mí me siguen asombrando con su espíritu crítico aún en las diferencias que sistemáticamente aparecen, y lo voy a decir …que se debate en un nivel crítico mayor que en algunas de las clases de Marcelo T. por historias de vida o por lo que fuere, acá se discute y se discute mucho.También es necesario destacar el apoyo de los familiares de los compañeros estudiantes. El estímulo que permanentemente se dan. Cada pasito que da el estudiante necesita compartirlo inmediatamente con su padre, madre, esposa o hijo. Y este es otro aspecto del Programa que a mí me parece muy interesante y que no siempre se pone en relieve.Para terminar: todos conocen el compromiso que institucionalmente tenemos. Hemos compartido con ustedes la crisis del año antepasado, y lo hemos hecho desde el punto de vista individual y desde el punto de vista gremial con toda la fuerza, y lo único que quiero ratificar es el compromiso permanente con el Programa de nuestra parte.Por último, hablar de Alcira y Pancho se casi redundante, lo mismo con Lucas, con los compañeros docentes de la carrera acá en el CUD, con los que compartimos absolutamente la tarea y este lugar que nos enriquece a todos permanentemente.Así que: gracias por estar. No hay que detenerse nunca. Avancemos.
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Francisco Soriano, secretario de Derechos Humanos de la Fuba:

“Estudiar te despierta y no te podés volver a dormir”
 

Soriano, Langieri y Cejas Meliare
Dese la Fuba hace tres años que empezamos a venir, con la idea de atravesar …los muros con….nuestros compañeros. Entendemos que la presencia de la UBA dentro de la cárcel, con toda la voluntad institucional que tiene, sobre todo el compromiso de sus coordinadores, directores, y todo lo que han logrado, creemos que tiene un valor fundamental por las condiciones que genera, para la organización de los estudiantes. Para todos los estudiantes, los de acá y los de la calle, que nos organizamos y salimos a cambiar las cosas, a transformar todo lo que tiene que ser cambiado, y acá adentro pasa exactamente lo mismo. El otro día hablando con Gastón, él me dijo unas palabras que quizás lo expresan mejor: Estudiar te despierta y, cuando te despertás, ya no te podes volver a dormir. Bueno, eso es exactamente lo que pasa acá y lo que ha pasado históricamente, lo que nos pasa a nosotros en la calle. Nosotros ocupamos este territorio, la educación universitaria en las cárceles. Sobre todo con una carrera como Sociología, que brinda herramientas que permiten comprender la estructura social y el lugar que ocupa uno en la sociedad.Y ese conocimiento, ese despertar que en algunos operó leyendo a Galeano, a otros leyendo a Walsh o a Marx o la historia del Che, también se da acá, no sólo en la pelea y la defensa de los derechos de las personas privadas de su libertad, que son permanentemente avasallados, sino también en cuanto a una transformación de los sujetos. Y en qué lugar se necesitan más transformaciones que en la cárcel? Nosotros creemos en eso, y creemos que allí también está nuestro rol como organizaciones estudiantiles, de acompañar estos procesos con políticas de transformación, de organización que se dan en estos espacios. Se han dado históricamente acá en el CUD en momentos de resistencia como cuando en el 2010 se cerró el Programa y los compañeros organizados resistieron, obviamente con la colaboración fundamental de las autoridades de la UBA que demostraron muchísima voluntad política para llevar ese proceso adelante así como otras organizaciones del afuera. También aquí están esos espacios como la Asesoría Jurídica y ahora también el Sindicato. Nosotros acompañamos estos procesos, siempre sin pretender robar protagonismo porque éstos se tienen que dar desde adentro y es responsabilidad de las personas que están acá privadas de su libertad de organizarse y salir a cambiar todo lo que deba ser cambiado.
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Marcelo Langieri, coordinador externo de la Carrera:
“Para que se cumplan los derechos de los estudiantes”
En principio quiero resaltar que sólo la Universidad pública puede encarar un proyecto como el Programa UBA XXII, y la universidad pública que lo encaró es la Universidad de Buenos Aires y eso es un motivo de orgullo para todos nosotros, que formamos parte de esta Universidad.En segundo término, quiero hacer mención a Nicolás Maggio, que recientemente se incorporó al equipo de coordinación de la carrera y lo ha hecho con la mayor disposición, la mejor voluntad y plena eficacia.También, decir que en los compañeros docentes que hoy están aquí, se encuentran representados los cientos de profesores que a lo largo de estos 25 años sostuvieron este proyecto en condiciones difíciles. Como bien se decía acá, en el principio, apenas saliendo de la dictadura, las condiciones no eran las de hoy, eran bastante difíciles para los presos y también para los docentes e, inclusive, algunas se prolongan en el tiempo. Existen aún algunas secuelas que hay permanentemente hay que ir resistiendo. Por otro lado, reconocer también a los centros de estudiantes de Sociales que, a lo largo de estos 25 años, en todas las gestiones que pasaron, siempre dotaron de un apoyo significativo a este Programa. Con becas de apuntes permanentes, para todos los estudiantes y en todas las materias, independientemente los cambios en las conducciones del Centro de Estudiantes. De todas maneras, quiero subrayar la actuación del actual Centro de Estudiantes, que ha tenido una implicación y un compromiso con el Programa muy fuertes, con una presencia permanente más allá del compromiso histórico del que hablaba recién.También agradecemos al Grupo Universitario Devoto, el centro de estudiantes del CUD, todas las cuestiones que aporta.Queremos festejar especialmente la presencia hoy de las estudiantes de Ezeiza. Es un gran avance que venimos logrando, el que puedan concurrir a este tipo de actividades y proyectamos también que se puedan sostener cursadas conjuntas, lo cual creemos que vamos a lograr en un breve plazo, ya que sería mucho más operativo reunir a las estudiantes de Ezeiza mujeres con los estudiantes del Complejo I varones en cursadas en común.Me gustaría finalizar contando una pequeña anécdota que me vino a la memoria cuando pensaba acerca de la incidencia de la Universidad de Buenos Aires en la cárcel. Entonces me acordé que una vez, llegando a esta cárcel, me encontré en la puerta con un profesor muy importante en esta carrera, el profesor Casuccio. Cuando vamos a ingresar, el profesor se adelanta y golpea la puerta con firmeza. Se corre la ventanita y asoma el guardia de allí y, entonces, el profesor con una voz grave y firme dice: Universidad de Buenos Aires. Y lo dijo con tal firmeza que inmediatamente se corrió el cerrojo (que tarda en correrse, todos aquí lo sabemos) y entonces ingresamos.Y yo después reflexionaba que esa entrada del profesor, estaba significando claramente que allí entraba a la cárcel a Universidad de Buenos Aires. Y él tenía conciencia de que sucedía eso. Él era la Universidad de Buenos Aires. Con toda autoridad y toda presencia además, porque él era una persona muy imponente y muy grande en todo sentido, no sólo físico. Y me significó una extraordinaria representación. Él tenía conciencia de que la Universidad no entraba porque la cárcel le daba permiso para hacerlo, sino que lo hacía con todos los derechos, justamente parta que se cumplan los derechos de los estudiantes a estudiar.

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Juan  Carlos Pérez, coodinador interno de la Carrera en el CUD:
“Estudiar Sociología”
Antes de que hablara Pérez, le fue entregado un banner que recordaba los 25 años de Sociología en las Cárceles a la estudiante del Centro Universitario de Ezeiza, Alejandra Karís. A la vez, aunque no tomó la palabra, entre los presentes se hallaba Francisco Mugnolo, procurador penitenciario de la Nación respaldando la actividad. Luego, Juan Pérez leyó un texto conmovedor, profundo, con tonalidades de humor que arrancó abrazos y lágrimas de la concurrencia.

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Estudiar Sociología es un placer, yo lo sé, empecé con CBC con Parchuk y con Benito, acá y en el CUD despacito le lfui tomando cariño a esta carrera que abracé. Estudiar Sociología es sentirse otra vez niño y preguntar los por qué y poco a poco ir comprendiendo que el mundo no es, está siendo. Al estudiar Sociología es posible que te aseombre que el hombre es lobo del hombre que a las cosas el nombre se las da la sociedad. Estudiar Sociología no es una cuestión edad aunque no es para cualquiera, es para los que transformamos el aula en una trinchera. Estudiar Sociología, a Marx y la Plusvalía, Comte, Durkheim, San Simon, Freire, Althusser y Rousseau, Weber, Mariátegui, Kant, Goffman, Touraine y Foucalt, que nenes que lo parió.Estudiar sociología significa aún más que eso, es aprender de un Bonavena, campeón de todos los pesos, conocer a Jorge Sorda, un amigo, un compañero y de la mano de Felipe recorrer el mundo entero, ver que Mariano Martínez le pone talento y ganas actuando para nosotros la novela americana. Estudiar Sociología para aprender de una vez con Sole el idioma inglés y sufrir viendo a Mariela al notar como le cuesta transportar en cartera los mil apuntes de Infesta. Estudiar Sociología no es una cosa tan rara, es mezclarse con la gente y comprobar día a día que mientras Clarín te miente Martiniuk la tiene clara. Marta , Melina Romina, Mariela, profesoras y conduciendo al equipo, Alcira la directora.Para no sentirnos brutos estudiar Sociología comprender que la cultura no es exclusivo atributo de toda la burguesía.Estudiar Sociología para que diga mi tía que el Juan, casi ciego, en cana y bien pasados los cincuenta, date cuenta quien diría, estudia Sociología. Estudiar Sociologia soñando con ese día cuando mi húmeda mirada al final de la jornada otee en el cielo a lo lejos, busque la estrella del viejo, para decirle cumplí, seguí tu eterno consejo, ya lo ves, me recibí soy Sociólogo, “Gallego”.
Juan Pérez

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ACTO DE CIERRE EN MARCELO T. (SEDE DE CIENCIAS SOCIALES), MARTES 20 DE NOVIEMBRE

Detenidos “comunes”
Abrió la Jornada Marcelo Langieri, coordinador de la carrera para el Programa UBA XXII, quien haciendo un racconto de los primeros momentos en la historia, destacó que muchos de los primeros alumnos presos de la carrera fueron detenidos “comunes” que venían presos desde la dictadura. Se trataba de personas con una inquietud y una curiosidad muy fuertes por conocer e intentar comprender las causas sociales y políticas de la situación que el país y ellos mismos estaban atravesando en esa transición de dictadura a democracia. Por su condición de encierro, la primera demanda de los presos de Devoto había sido cursar la carrera de Derecho, la cual les podía brindar conocimientos útiles para la compresión de las causas penales y su propia defensa en ellas. Pero al poco tiempo aquellas inquietudes por un mirada más abarcativa y profunda se tradujeron en el interés por la Sociología. Este origen, ya atravesado por la curiosidad crítica y social, fue el que significó un desafío interesantísimo para la Universidad que lo viene sosteniendo y ampliando, con todo el esfuerzo político e institucional, a lo largo de los veinticinco años de presencia en las cárceles.Más adelante, Langieri destacó un hecho de la jornada: las presas de la cárcel de Ezeiza y los presos de Devoto que habían logrado autorización de sus jueces para asistir al Acto, no fueron trasladados a tal efecto por el Servicio Penitenciario Federal, el cual adujo problemas con los móviles de traslado. En las palabras de Langieri: “No trajeron a los presos. De alguna manera, esta es una metáfora de los 25 años que estamos celebrando”, sintetizando de ese modo la posición histórica de la institución carcelaria respecto del Programa UBA XXII.En representación del Decano Rubén Caletti, la profesora Mercedes de Pino, Secretaria de Gestión Académica, resaltó el curioso dato de que la carrera de Sociología en la cárcel es preexistente a la Facultad de Ciencias Sociales, que fue fundada en 1988 partir de la unión de las carreras de Sociología, Trabajo social, Relaciones del Trabajo, Ciencias de la Comunicación y Ciencias Políticas.Asimismo, anunció la suma de una carrera más dentro de la oferta de la Facultad en las cárceles: Trabajo Social, que comenzaría a estar presente el primer cuatrimestre de 2013, así como la de los cursos de verano (idiomas) que comenzarán a funcionar en febrero próximo. Finalizando con la ratificación del compromiso de las autoridades de la Facultad con el Programa UBA XXII.La compañera Sandra Marina, estudiante de la carrera ex presa de Ezeiza, manifestó su reconocimiento a esta carrera que le brindó “herramientas analíticas para la reparación interna y la construcción permanente de espacios de búsqueda”. Desplegó un análisis sociológico sobre el tipo de cárcel actual y su relación con las políticas de gobernabilidad de riesgos que los Estados desarrollan en las calles con las poblaciones más vulnerables y vulneradas. Planteó los desafíos del conocimiento sociológico en el ámbito del encierro: abrir y ensanchar las grietas en los muros del sistema, lograr mayor visibilización de las situaciones y diferenciarse de las organizaciones religiosas y políticas que trabajan en las cárceles con metodologías y políticas clientelistas y asistencialistas, y que esa diferencia continúe siendo, como lo es hasta el presente, la creación de condiciones de producción de discursos críticos.El presidente del CECSo, Adrián Ludvak, enumeró las múltiples oportunidades de intervención de la organización en la vida de las y los estudiantes en situación de encierro: tanto en las becas de apuntes como en la lucha gremial, en la defensa de sus derechos como en la organización política. En palabras de Adrián, “la población detenida es también pueblo que sufre, y en al acompañamiento de sus luchas está el sentido de intervención del CECSo en pos de la transformación de esta sociedad”.Por otro lado, como miembro de la agrupación La Mella, recordó que compañeras y compañeros de la misma, estudiantes de otras facultades de la UBA, también participan en las actividades en el CUD: de Medicina, con cursos de primeros auxilios; de Psicología con diversos talleres; de Derecho con la asesoría Jurídica; de Filosofía y Letras con cine debate y colaboración en la revista La Resistencia., de Ciencias Económicas con debates y de Trabajo Social colaborando con el Proyecto Ave Fénix. Y todo ello con un claro criterio de compartir las experiencias académicas y las de organización y discusión política, construyendo espacios libertarios.Asimismo, recordó que la actual conducción política del centro de estudiantes viene acompañando a sus compañeros detenidos desde hace ya tres años y, en ese marco, la activa participación en la defensa del CUD en el último conflicto grande, en el año 2010, cuando durante los 54 días de lucha que incluyó la huelga de hambre de la misma duración de compañeros presos, tanto el CECSo como la FUBA salieron a la calle a manifestar y defender no solo el derecho a estudiar sino algo que en aquella instancia estuvo en peligro real: la existencia misma del Programa UBA XXII.
Finalmente lAlcira Daroqui, expresó su reconocimiento a las y los docentes que participaron a lo largo de estos veinticinco años con el compromiso fuerte que los caracteriza como trabajadores de la educación pública y como pertenecientes a un Proyecto único como lo es el Programa UB XXII. Personalmente entregó diplomas de reconocimiento a una gran cantidad de profesoras, profesores y autoridades de la carrera, y estudiantes y graduados ex detenidos presentes en el Acto.Entre ellos, recibieron sus diplomas los docentes Alejandra Romero, Lucas Ribunich y Néstor Correa; también  Claudia Sobrero, socióloga recibida en Ezeiza, ahora en las calles; Doris Kispe, estudiante qué estuvo en la misma cárcel, y Rodolfo “Cacho” Rodríguez, sociologo del CUD.
Oscar Castelnovo