En esa realidad mexicana se renovaron, además del Presidente, 500 Diputados federales (300 elegidos por mayoría relativa y voto directo, y 200 por representación proporcional que llamamos plurinominales), 128 Senadores federales, y en 30 de las 32 entidades federativas, cargos locales: gobernadores, diputados locales y alcaldes. 89 millones 250 mil 881 mujeres y hombres formaron parte de la lista nominal, de los que el 52% son mujeres y el grupo de mayor representación con 11 millones es el de jóvenes entre 20 y 24 años de edad. La participación en los comicios fue de 67%.
Pareciera que los porcentajes de la votación presidencial no dejaron mucho margen para hacer fraudes, como cada año. Los candidatos eran (por sus apellidos) Meade por el PRI y Anaya por el PAN, (y por sus siglas) AMLO del movimiento MORENA, y el candidato independiente de seudónimo El Bronco. Salvo el independiente, los grandes partidos PRI, PAN y MORENA estuvieron en alianza con otros; el intento de izquierda del PRD no figuró estas elecciones, además de haberse aliado al PAN. El candidato independiente obtuvo 5%; el ex-secretario de Hacienda, candidato del PRI aunque no militante del partido fuerte de México, obtuvo 16%; el joven conservador del PAN obtuvo 22% de la elección, y AMLO en su tercer intento por llegar a la Presidencia y atan sólo unos años de haber sido registrado a MORENA como partido, obtuvo el 56%. Además, el Congreso de la Unión, el Senado y los Congresos locales tienen todos mayoría de MORENA. La contundente diferencia en las cifras y lo arrollador del triunfo, hacen de la victoria un tsunami político. En el Senado de la República la coalición de MORENA tendrá 74 representantes, la del PAN 39, mientras el PRI se quedará con una minoría de 15. Además, en esta cámara será la primera vez en la historia nacional que haya 50.78% de mujeres frente a 49.22% de varones. El Congreso de la Unión tendrá 305 representantes de la coalición de MORENA, la del PAN tendrá 130, y la minoría serían el PRI y sus amigos, con sólo 15 representaciones. Ofrecer cifras en México siempre puede ser desconcertante pues las cifras oficiales pues pocas veces están apegadas a la verdad, y para ello hay organismos que hacen sus propios registros. En este caso, si los porcentajes son estos, es probable que la diferencia con la que haya ganado MORENA haya sido aún mayor.
Desde 1929 todos los presidentes de México fueron del Partido Revolucionario Institucional (PRI) o sus partidos antecesores hasta que se produjo la primera alternancia en el poder en el año 2000, cuando se sentó el PAN por dos sexenios en la silla presidencial y luego dio un giro de retorno al hegemónico PRI en 2012. Verde, blanco y rojo, igual que los colores de la bandera nacional, son los colores del partido oficial que se creó como partido de masas, aglutinando al movimiento obrero, al grupo ejidal o campesino, a las organizaciones populares y a los burócratas. Sus redes están en cada barrio y colonia; la palabra lideresa tiene la connotación de una mujer que trabaja para el partido y que de manera brutal y agresiva te puede dotar de derechos o eliminarte y dejarte en la calle. Las estafas, corruptelas y clientelismos los conocemos por miembros del partido, y para hacer historia, se puede enlistar sucesos de violencia y represión estudiantil como los de 1968 y 1971, el masivo fraude electoral de 1988, el asesinato del Maquío, excandidato presidencial del PAN en 1989, la insurrección del levantamiento zapatista en 1994, el asesinato de Colosio, candidato presidencial del partido, la masacre de Aguas Blancas en 1995, la masacre de Acteal en 1997. Aunque se pueden agregar los hechos del 2014 en Nochixtlán y del 2016 contra los estudiantes de Ayotzinapa. Antes de que finalice el sexenio 2012-2018se reportan de manera oficial 114,061personas asesinadas.
El Partido de Acción Nacional (PAN) nace en 1939 como partido opositor y en 1989 empieza a gobernar sobre todo en regiones conservadoras, no sólo del norte sino de estados del centro de la República. El único, por cierto, en donde MORENA no ganó este 2018. Es un partido conservador considerado inicialmente de centro, que hoy es ubicado en la derecha más ideológica del humanismo político, relacionado con las cúpulas católicas y empresariales. El paso por el poder de los gobiernos de derecha, multiplicaron los cárteles de la droga, sacaron a los militares de los cuarteles para suplir funciones de seguridad en las calles, se presentaron violaciones de derechos y atracos a la población civil, violaciones sexuales a mujeres, la represión en Atenco y a la organización que luego se conoció como la APPO, así como el fraude electoral y el posterior plantón de seguidores del considerado Presidente legítimo en 2006, y las respuestas de la sociedad civil frente a la supuesta guerra contra el narco declarada por el Presidente, como la campaña de caricaturistas No+Sangre, o el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en 2011. Ese año, considerado el más violento, dejó 70 homicidios por día. Durante el sexenio 2006-2012 hubo 120,935 asesinados. Tras la derrota el pasado 1 de julio, 43 importantes miembros del partido piden su refundación y la imposibilidad de que el candidato Anaya regrese a la presidencia del PAN.
El Movimiento de Regeneración Nacional MORENA se creó como una organización civil en el 2011 y como partido en el 2014; está integrado sobre todo por las clases populares que apelan a las clases mayoritarias y bajas. El triunfo de AMLO es la prueba del hartazgo y enojo frente al sistema actual que exige a gritos un cambio. El liderazgo y las promesas por terminar con la corrupción provienen de un líder social que mira a la izquierda y que está frente a un movimiento de personas que creen poder salir adelante con su participación y trabajo; AMLO, además de presentar a su gabinete desde los tiempos de campaña, no negó las alianzas con personajes conservadores, algunos empresarios de mediado vuelo y su apertura a todo tipo de desertor de otros partidos que le sumara al proyecto de regeneración nacional. A eso se agregaría la experiencia de recorridos y cercanía en cada rincón del país, lo que resultó en que más de 30 millones de personas le dieran su confianza en las urnas. No pusieron su futuro o el país en manos de una persona, sino que optan por rescatar el país junto con el proyecto presentado.
“En el país de los muertos y desaparecidos, las víctimas salieron a votar”, dijo en entrevista Elena Poniatowska. Millones de pobres fueron a las urnas para solicitar derechos para las mayorías y romper el círculo de las élites construido alrededor de los servidores públicos que se enriquecen a costa de la ciudadanía, no sólo de la presidencia, sino del resto de ejecutivos, legisladores y demás funcionarios. Votaron las masas ocultas, que son mantenidas como objeto de explotación, sin papeles protagónicos se manifestaron pacíficamente para dejar fuera al México dominante.
De manera regular, los funcionarios del gabinete no tienen o tienen poca base social y mucha élite, que les facilita para sentarse con empresarios porque compartieron banca durante su educación básica o profesional, van al mismo club o sus hijos coinciden en las escuelas privadas. No necesariamente esas personas estarán lejos del gobierno, pues aún sobreviven las marionetas, títeres que son controlados por el poder con hilos que el público común no alcanza a ver. No es difícil pensar que algún ex presidente priísta esté detrás de AMLO, como lo estará algún líder sindical hecho a modo de algunos intereses, pero los hilos estarán ahora controlados en función de las familias, los necesitados, la educación pública, las garantías. Y al menos los organismos de la sociedad civil, las mujeres y el colectivo gay, tendrás más oportunidad de entrada, de crítica y de obtención de derechos, aunque nunca la garantía absoluta para luchas de antaño.
Durante las campañas políticas se agudizaron las campañas mediáticas, conversaciones e ideas basadas en prejuicios de clase fincadas en miedo. “AMLO es un peligro para México, es un autoritario, no tienen candidatos estéticos, su color de piel no es el ideal para representarnos en otros países, no tiene doctorado en el exterior, se devaluará el peso, faltarán alimento y medicamento, se perderá el patrimonio que hemos hecho trabajando”, eran los comentarios de sectores de la población que no quieren en absoluto ni a AMLO ni a sus seguidores. “No habla inglés”, era el mejor argumento para no favorecerlo con su voto. Como si para mantener los tratados con China hiciera falta que el primer ministro hable mandarín y no haya nunca intérpretes. Las y los primeros ministros jamás se conducen en otro idioma que no sea el propio en las reuniones de primer nivel. Entre broma y broma deseaban que llegara el día de las elecciones para ver si México se convertiría en Venezuela o seguiría siendo Suiza, y prometían, aunque al final no cumplieron, con hacer maletas y salirse del país. La torpeza llegó a tal grado que sobre la bandera de México, faltando al respeto que debe tenérsele, el hijo de un presidente que fue a Rusia por el Mundial, escribió que si ganaba AMLO se quedaba en Rusia, a ejemplo de su padre, tampoco cumplió, y sólo despertó el deseo de las activistas en el ramo minero, que pedían se quedara trabajando en las minas del este de Siberia. Dicho sea de paso que también está la propuesta de MORENA para eliminar la pensión vitalicia a ex-Presidentes de México.
Empresarios que han odiado a AMLO desde el primer momento e incluso antes de que le quitaran el fuero y condenaran para que no participara de las elecciones años atrás, tuvieron una baja en la Bolsa de Valores de sus empresas o grupos. Algunos se han reunido ahora para mostrar su apoyo y aprecio, apostando a las inversiones en México y la fuerza que el país ha demostrado en la contienda democrática y pacífica. No es que lo abracen de manera genuina, sino que le dedicaron un susurro económico; sus analistas debieron ver que el peso mexicano frente el dólar se ha fortalecido, mientras ellas y ellos, élite dominante habrán especulado y sacado inversiones porque temían que los morenos pobres de abajo, quemáramos el país, por eso ceden un poco para negociar con el Presidente electo. Pues ni el PRI pudo hacer el fraude nacional que acostumbra. Hay chistes incluso que dicen que el PRI va a poner denuncia ante la PROFECO (organismo nacional de apoyo al consumidor) pues obtuvo menos votos de los que él mismo compró.
Las críticas no han cesado, y no sólo se generan Fake News, sino que sigue lo que llamaría Adela Cortina como aporofobia (del griego á-poros, pobre, desvalido), ya que pareciera que hay una cultura generalizada para admirar a los ricos y despreciar a los pobres, en lugar de admirar a los sabios y despreciar a los estúpidos. Las clases privilegiadas del país están molestas al enterarse que sus votos tienen el mismo valor que los votos de las clases pobres que no fueron a la universidad, que son empleados y andan en transporte público. Los pobres molestan y los parientes pobres también. Una integrante de Oxfam México escribió una carta al hijo de AMLO para mandar un mensaje a aquellas personas que le habían criticado a él por el color de cabello que tiene, y le dijo orgullosa que por primera vez la familia del Presidente iba a ser parecida a su familia, que tiene tez obscura y que no viste con ropa de diseñador ni lujos.
El intento de desprestigio a través de la filtración de un video erótico de una candidata electa a senadora fue sólo la muestra de que lo que enfrentarán los funcionarios de MORENA, parece que esa es la sansión que le dio la población por haber festejado el triunfo con champaña y música popular norteña, porque predijo que lo que escucha el pueblo se tendrá que respirar por todo el país. El mismo intento de desacreditación se pretendió hacer con un candidato electo como diputado local también de MORENA en un estado del centro del país. A él lo atacaron por los tatuajes que tiene, por haber participado en riñas de barrio y haber estado en prisión, sin darse cuenta del trabajo de años y la experiencia que tiene con chavos banda; las críticas le hicieron promoción y le surgieron al mismo tiempo varios seguidores. Esas son las novedades esperanzadoras de nuestro país, la gente que trabaja desde varios frentes pondrán en alto el esfuerzo que hacen los pequeños que trabajan como hormigas incansables por su gente y se acostumbrarán a que los perros ladren mientras ellas y ellos galopan por el bien de quienes siempre estuvieron excluídos. La base social tomará las riendas de la vida de México, casi como en tiempos del General Lázaro Cárdenas (1934-1940), no nos darán políticas de izquierda, ni haremos cantar “la internacional” como tanto susto le da a quienes piensan en su sangre azul, primero porque a MORENA no le da la vida para ello, y luego porque lo que nos va a hacer recuperar el verdadero sentido de una sola Nación en la que todas somos hermanas y hermanos, es el himno nacional, como lo sentimos los días de rescate el año pasado tras el 19S. Hay que disfrutar que la fe de los pequeños y de las víctimas le dará un respiro al país.
AMLO promete una cuarta transformación nacional a la altura de la Independencia, la Reforma y la Revolución, guerras que costaron mucha sangre en el país. El propio Presidente electo confía diciendo: “La Cuarta Transformación será pacífica pero radical, entendiendo que la palabra radical viene de raíz y que el propósito es arrancar de raíz el régimen corrupto de injusticias y de privilegios”. Deberá cumplir las exigencias de las masas que le votaron, específicamente de su promesa de campaña de acabar con la corrupción.Más allá de la honestidad y sencillez que el vive, tendrán que seguir los puntos y comas de un plan para ir limpiando la impunidad de tantos casos irregulares, tantas muertes y fosas clandestinas, eliminar las impresionantes injusticias y por ende, reducir los niveles de violencia. AMLO ha prometido que “nadie será espiado, perseguido, reprimido o desterrado”, los periodistas, las mujeres y los jóvenes, podrían andar con tranquilidad. Su mensaje de reconciliación con todos los mexicanos aún no llega a los AMLOfóbicos y esos no sólo se concentran en el único estado en el que no ganaron, ni en el estado en el que a semanas de las elecciones, no se han resuelto robos e irregularidades de la contienda electoral. El miedo es generalizado, si dejan que se sienten en sus puestos todas las y los MORENAs, se tendrá que dar un giro a las reformas estructurales neoliberales impuestas en perjuicio de México, y harán temblar a más de un político dinosaurio; el campo, la educación, el petróleo, la migración, el sindicalismo, y los aspectos más amplios y específicos de gobierno deberán dar un giro y volcar su mirada en beneficio de las mayorías. Hacemos votos por que el trabajo de todo el país se focalice en eliminar la desigualdad y la miseria, teniendo presentes que la paz es fruto de la justicia, por el bien de todos.