Supuestamente el can confirmó la presencia de la adolescente en el terreno donde vive Marcos, pero esto no fue confirmado con ninguna otra prueba. No se encontraron pelos, sangre ni ningún otro rastro. Además, ninguno de los otros perros que pasaron previamente por la Reserva condujeron a la casa de nuestro amigo.
¿Cuál es el grado de veracidad del rastrillaje que hicieron con el can Bruno? ¿Por qué no se usaron otros perros ni se hicieron otras pruebas que confirmaran el rastro?
¿Por qué sólo se les dio crédito a los instructores de Bruno y no a los que investigaron previamente y que también son especialistas en la materia? ¿Por qué se insiste en presentarlo como si fuera la verdad revelada y se descarta cualquier posibilidad de manipulación, error o falsos positivos?
Por otro lado la causa estuvo detenida por más de un mes a raíz de reestructuraciones del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, lo que ha dilatado severamente el proceso y la posibilidad de dar con los verdaderos culpables de este crimen. En las últimas semanas luego de reclamos y exigencias de nuestra parte, se ratificó a la UFI 2 al frente de la investigación, aunque se desplazó a una de las fiscales (Verónica Pérez). Esto ha permitido la reactivación de la fiscalía y la posibilidad de la defensa de Marcos para realizar presentaciones y convocar a peritos que desmienten tajantemente la acusación contra Marcos.
Marcos siempre estuvo a disposición de la justicia y ha colaborado con todo lo necesario: dejó entrar a la policía a su hogar, entregó su celular para que sea investigado, se sometió voluntariamente a pruebas de ADN, declaró reiteradas veces y demostró fehacientemente toda su rutina diaria a lo largo de la semana en que la joven estuvo secuestrada.
A pesar de facilitar la labor judicial, las fiscales y el juez de garantías lo mantienen con prisión preventiva. Esto significa que en los hechos se lo “presume culpable”, agraviando sus derechos constitucionales más elementales.
Por todo esto, a diez meses de iniciada esta injusticia:
– ¡Exigimos que se agilicen los peritajes y se dé con los verdaderos culpables!
– ¡Pedimos la libertad inmediata de Marcos!
Mantener a un perejil detenido mientras los verdaderos femicidas siguen libres es un verdadero perjuicio a quienes día a día luchan y luchamos contra la violencia de género.
Con Marcos preso, la impunidad sigue.
¡Basta de causas armadas!
¡Ni una menos!