Hace 883 días, en Pergamino, las fuerzas de inseguridad asesinaron a siete pibes en la Comisaría Primera. Hace 883 días que marchamos por estas calles, que nos organizamos como colectivo, que nos abrazamos con otras luchas, que organizamos jornadas, que gritamos justicia. En este camino, logramos destrabar la versión oficial y de algunos medios y tuvimos que tomarnos el trabajo de humanizar a las víctimas y defender la memoria de los pibes, que fue muy pisoteada. En medio de todo esto, la justicia caratuló la causa como abandono de persona seguido de muerte, imputó y exoneró a los 6 policías. El camino fue largo, pero todavía no termina.
Faltan 31 días para el juicio. El lunes 2 de septiembre, a las 10 hs, comienza el juicio oral y público por la Masacre de Pergamino, en Pinto 1251 (sede del Tribunal Oral Criminal N° 1 de esa ciudad).
Sabemos que en el juicio, la defensa de los policías va a decir que ellos son víctimas, pero nosotros sabemos muy bien que esto no hubiese sucedido si no facilitaban las cosas porque tuvieron la capacidad humana para decidir con libertad y decidieron: no abrieron el candado, no habilitaron el agua de la celda, cerraron las puertas que deberían estar abiertas, no usaron los matafuegos, no llamaron a los bomberos de inmediato, ocultaron las llaves, impidieron el trabajo de los bomberos… Hubo una clara intencionalidad, tuvieron la voluntad y disfrutaron verlos morir. No fue un accidente, ni un hecho inesperado. En años anteriores a 2017 hubo tres incendios similares en la Comisaría Primera por condiciones de detención que nunca fueron modificadas: hacinamiento y sobrepoblación, falta de agua, falta de ventilación, falta de colchones ignífugos. Por todo eso, aunque ellos digan que son víctimas, nosotros decimos que Sergio Rodas, Brian Carrizo, Matías Giulietti, Carolina Guevara, Alexis Eva y Sebastián Donza son culpables.
Esta es la última marcha que caminamos antes del juicio, dentro de 31 días le pediremos justicia a una justicia injusta, porque nuestros pibes no van a volver, la angustia y el dolor de las familias no cesan y los casos de represión estatal siguen sucediendo. El vacío que no lo vamos a llenar con una justicia ejemplar. Esperamos que la justicia siente un precedente pero, más que nada, que otros jóvenes no estén en peligro.
Por eso, creemos que este juicio no es el final, sino que inaugura una nueva etapa en nuestra lucha. Seguiremos en las calles denunciando, pidiendo que nos acompañen, solidarizándonos con otras luchas, exigiendo que se investiguen las responsabilidades políticas, gritando justicia con 7, para que esto no vuelva a suceder, que nunca más haya un PACO, FILI, FER, JHON, NONI, ALAN Y FEDE.
¡La justicia la hacemos día a día, en la calle, esta lucha es para siempre!