«Tengo menos derechos que un preso», le retruco un adolescente a su madre.

María del Rosario Fernández

Veamos, un ejemplo práctico: Una chica que a los fines prácticos denominaremos Carla, fue detenida por agentes de la Policía Bonaerense con la exuberante suma de 4 cigarrillos de marihuana y “mandaron a pesar la cantidad de cocaína” la cual ascendida a la cuantía de 0,6 gramos, los que conocen del tema saben que esto es menos de un papel . El juez de Instrucción en vez de ver en ella a una niña adicta de tan solo 22 años, decide ver a una Narcotraficante proponiéndole firmar un Juicio abreviado por 4 años y 6 meses. Como sociedad, ¿qué pretendemos que haga esta niña cuando salga? Que apoyo, ayuda o contención le dimos? ¿en que la ayudamos???
Debemos reflexionar y saber que nadie está exento de ingresar en el turbio sistema carcelario.

Pero sigamos con los ejemplos y las penas alternativas: Mujer de clase baja, es detenida y reconoce vender 10 gramos de cocaína diarios para poder mantener a sus cuatros hijos. Debemos dejar aclarado que de 100 mujeres que pueblan las cárceles femeninas 80 lo están por venta ilegal de drogas. Juez de instrucción de capital misma postura que juez de garantías de provincia, firmemos abreviado por la cantidad de 4 años y 8 meses. Pero ojo, nos olvidamos que esta mujer hoy condenada por narcotraficante, dejo en la calle cuatro menores que de no ser institucionalizados serán próximos, probablemente, delincuentes, los cuales ya se estaban drogando al momento de cerrar el abreviado y de seguro deberán salir a robar para sobrevivir.
Pregunto, ¿como sociedad que nos reditúa que esa mujer este en cautiverio como mínimo 3 años y dos meses aproximadamente? Pagamos por ella 40 mil pesos mensuales, ¿no sería mejor, liberarla, darle una pena alternativa como ser, trabajar para el Estado cuatro horas diarias leyendo cuentos en la Casa Cuna, bañando a personas adultas sin familia?

De esto hablamos los que sostenemos que la cárcel no sirve, de penas alternativas de penas que sirvan para el que delinque y para la sociedad.
La cárcel es un gran negocio de Jueces, Policías , abogados médicos, psicólogos , pero mejor dicho el negocio no es la cárcel el negocio es la vida del PRESO.