«En el fuego que no apagaste vos vas a arder»

Oscar Castelnovo

La marcha, desde la Plaza Meced a la 25 de Mayo, puso calor, ruido y color al atravesar la peatonal donde, plácidamente, vecinos de la ciudad merendaban en los patios de los bares o al interrumpir la circulación del tránsito, al ritmo de bombos y tamboriles. Cabe destacar que fue muy aplaudida la presencia de Sandra Gómez, mamá de Omar Cigarán; María Viera, mamá de Fabián; Gorosito; Mirna Gómez, compañera de Andrés Núñez; Elvira Meza, de Camino al Siglo al XXII , Noemí de Cooperativa Esperanza y otras mujeres que integran la Red de Familiares, que funciona con en la CPM. Asimismo, se hallaban: Colectivo contra el Gatillo Fácil, Red de Familiares de Detenidos; Partido Obrero, Bachillerato Popular Grieta y JP-Evita, entre otros.

Antes de la marcha, decenas de familiares de la Red realizaron Talleres organizados por la CPM para reflexionar y balancear tres años de militancia conjunta; y, a la vez, trazar las estrategias a seguir para enfrentar las distintas violencias que el Estado descarga sobre los más vulnerables. La actividad que comenzó a la mañana y culminó a la tarde, se realizó en las aulas de la Universidad Nacional de Noroeste de la Provincia de Buenos Aires. El aumento de todas la modalidades represivas fundamentó, con creces, la necesidad de esta deliberación conjunta. (Ver en próximas notas de la APL)

Ya en la caminata, Flavia Gradiche, mamá de Alan Córdoba dijo, devastada, a esta Agencia: “El miércoles que viene mi hijo cumpliría 19 años. ¡Hijos de mil puta! Cuando mi marido reconoció el cuerpo pudo ver que Alan tenía 4 impactos de bala. Primero lo balearon y después lo quemaron hasta la muerte. A veces pienso que esto es una pesadilla de la nunca voy a despertar. Vamos a pedir autopsia de nuevo. Yo recibí el primer mensaje que mandaron los chicos: “Mamá, vení rápido, la policía nos mata”. Pero así, desencajada como estoy, no vamos a parar: ¡Nunca!

“Cafecitos en la peatonal”
Al llegar a la Plaza 25 de Mayo, una muestra fotográfica y cuatro videos, realizados por artistas solidarios, dieron cuenta de la lucha. A la hora de las palabras, inició Roberto García (CPM) quién sostuvo: “Tenemos que lograr que a este reclamo de Justicia la sociedad de Pergamino lo haga propio, porque cada muerte no afecta a los familiares de los asesinados, sino a toda la comunidad. Y en la medida que haya impunidad va creciendo un cáncer. La impunidad genera una sociedad autoritaria que mata la democracia. Llevamos 6 meses sin Justicia y el Estado, lejos de hacer justicia sigue revictimizando a las familias. Sigue echándole la culpa a los pibes diciendo que por algo estaban presos. ¿Y dónde estuvo esta obligación estatal de cuidarlos, de garantizar su vida y su integridad?. Se invierten las responsabilidades. No nos dejemos atrapar por esa falacia. Vamos a seguir adelante con los familiares. No importa que hoy seamos pocos marchando. A esos que se toman el cafecito en la peatonal y nos miran como bichos raros tenemos que demostrarles que estos pibes no están porque hay un Estado responsable. Eran muertes anunciadas, nosotros veníamos diciendo que las comisarías no son lugares donde deban estar los pibes, pero no nos escucharon. Ahora, a seguir peleando en las calles, en los tribunales, en todos los espacios para dar la disputa en la sociedad. La CPM apoyó desde el primer día esta lucha y así seguiremos con ustedes, siempre”.

Luego, Cristina Gramajo, mamá de Sergio Filiberto, enfatizó: “Quiero agradecer a los que pusieron todo para que se haga Justicia, a los chicos jóvenes; toda la solidaridad que nos dan los familiares que vinieron de muy lejos para acompañar significa un calor muy grande para nosotras: Un gracias de corazón. Ahora los invitamos a que disfruten el trabajo que hicieron estos artistas que nos acompañan desde al primer momento. Quiero decirles que queda el micrófono abierto para quien deseé hablar y un aplauso desde lo más profundo para todos ustedes”.

Los sueños de los pibes
Siguió Anabel Delmas, compañera de Franco Pizarro, quien hizo un rescate de los sueños de los chicos que permanecerán sin concretar: “A Juan Cabrera le quedarán muchos domos por ver. A Fede Perrota, muchas guitarras por sonar. A franco Pizarro, muchas pescas por disfrutar y río por embarcarse. A John Claros muchos discos por sacar. Sergio Filiberto, muchos partido de Douglas por alentar. A Fernando Latorre, muchas picadas de motos y autos por mirar; y motores por encender. Y Alán Córdoba, sus ganas de ayudar y brindarle a amor los niños pobres, por siempre pendientes en esta vida”.
A su turno, Mariana Noguera, compañera de Fernando, rebeló que: “Hoy, al levantarme vi en del Diario Virtual de Pergamino, comentarios de quienes ponían: ‘¿Esta gente no trabaja?¿Qué carajo nos importa Santiago Maldonado?’, y un montón de cosas por el estilo. Yo quiero decirles que sí, estamos trabajando por ¡Justicia! Hace seis meses que no como lo mismo, hace seis meses que no sonrío. Hacer seis meses que cambié todas mis amistades. Supuestos amigos que ahora son un peso en el bolsillo. (…) Esta Masacre de Pergamino, vino después de la Masacre de Magdalena, donde mataron a 33 presos y la Masacre del Pabellón 7°, durante la dictadura”
Seguidamente, Mariana mencionó el nombre los policías responsables a los que los manifestantes gritaban: ¡Asesinos! Se trata de los oficiales Alexis Eva, Carolina Guevara y Ezequiel Giuglietti, el sargento César Carrizo y el teniente primero Juan Rodas. Cuatro de ellos están en arresto domiciliario a pesar de que el comisario que comandada , Alberto Donza, permanece prófugo desde el mísmo día de la Masacre.

En pie de lucha
Durante el diálogo con la APL, Silvia -mamá de Fernando -, hace esfuerzos por no quebrarse y por momentos lo logra y hasta puede sonreír. Es una guerrera, al igual que sus compañeras. Así, sostuvo: “El dolor lo vamos a llevar siempre, jamás lo dejaremos de sentir. Nunca nos va a dejar. Era mí único hijo. Muchos de nuestros hijos tenian problemas de adicción ¿ Y dónde estaba el Estado cuando a la hora de contenerlos para curarlos? Solo apareció para encerrarlos, torturarlos y matarlos. ¿Por qué ese ensañamiento con quienes estaban indefensos tras una reja? Él y sus compañeros gritaban “¡ayuda, ayuda!, “mientras el fuego avanzaba. Y los policías con toda la saña del mundo no hicieron nada. Después de semejante hecho, a nosotras lo que nos mantiene fuertes es la pelea del día a día. Yo sé que no voy a recuperar la vida de mi hijo. Pero junto con la justicia, nosotros queremos que a ningún chico, a ninguna chica, le arranquen la vida: Por eso estamos en pie de lucha.

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Recuadro: “Ni pelea ni motín: Masacre”

Esta carta de Ludmila Díaz – prima de Fernando Latorre- la elegimos porque cumple con creces la función de cierre de la actividad. Porque dice aquello que la casta política pretende ignorar para acrecentar las ganancias que proporciona el neoliberalismo a los grupos económicos, receta que solo funciona con represión. Son varias las razones para ésta elección, entre ellas porque quien escribió este texto tan solo tiene 20 años.

6 meses, 184 días sin ellos. 6 meses, 184 días buscando justicia.
184 días atrás recibíamos la peor de las noticias, tanto y tan poco tiempo a la vez.
Recuerdo todo del pasado 2 de marzo, todo, como si hubiese sido ayer. Recuerdo cada momento, cada sensación. Recuerdo las gotas de lluvia cayendo sobre mi piel.
184 días tratando de digerir todo lo sucedido. 184 días sin sus sonrisas. 184 días de dolor, un dolor que deja sin aire. Desde ese 2 de marzo nuestras vidas cambiaron rotundamente, los días pesan, la vida queda grande. 7 pibes asesinados, 7 familias destruidas.

Imagínense perder lo más preciado de sus vidas de una manera tan trágica ¿pueden imaginar soportar tanto dolor?
Al caer el día caemos junto a él y al despertar volvemos a la lucha con las pocas fuerzas que nos quedan, por ellos, por todos.
Les puedo asegurar que ellos lucharon por sus vidas hasta el último de sus suspiros pero lamentablemente vivir no dependía de ellos, a veces cuesta imaginar tanta maldad.

Recuerdo que al llegar a casa la madrugada del 3 me encontré con decenas de personas opinando sobre lo sucedido, decenas de comentarios dolorosos e indignantes de personas que no tienen idea de la historia de los chicos, personas que no los conocían tratando de justificar la inacción de los policías, como si algo justificara lo sucedido.

Lamentablemente estos comentarios desagradables siguen apareciendo.
La vida es vida y nadie tiene el derecho de quitarla sea quien sea el que la posee.
Se siente demasiada impotencia al escuchar y leer comentarios de personas que hablan solo por hablar, repitiendo el mismo discurso ya establecido de siempre.
Hoy esos comentarios y ese discurso se vuelven a ver, pero esta vez en torno al caso Santiago Maldonado. La historia se repite, gente tratando de justificar lo injustificable, mezclando temas políticos con temas humanitarios, Santiago no tendría que haber desaparecido y punto.

“Hablan de Santiago pero no hablan de los miles de desaparecidos” exclaman algunos y los de mentalidad pobre copian y pegan, lo mismo sucedía con nuestros chicos.
Hablamos de Santiago Maldonado porque hoy representa a las miles de desapariciones forzadas ocurridas en democracia. Cometimos errores en el pasado, muchos decidieron callar y no salir a las calles a hacerse oír y reclamar las injusticias, así nos fue, los hechos se repiten, las victimas siguen aumentando pero esta vez decidimos salir a las calles a luchar por un nunca más. Gritemos bien fuerte, quitemos las vendas de los ojos y dejemos al descubierto el lado oscuro y sucio del estado.
Demos conocimiento y expliquemos a nuestros pibes lo que está sucediendo, el estado actúa con impunidad, desaparece, tortura y mata con total liviandad.
Tenemos memoria y por eso salimos a las calles a luchar.

Hoy Santiago Maldonado revive a Julio López, Luciano Arruga, Daniel Solano, Iván Torres, Franco Casco, Marita Berón, María Cash, Pichón Escobar, Andrés Nuñez, Facundo Ribera Alegre, Carlos Peneibile y a tantos más desaparecidos en democracia.
Así como nuestro Carlitos Quiroz nos recuerda a Marcos Berón, Pablo Alcorta, Omar Cigaran, Nicolás Vásquez, Marcos Acuña y los más de 5.ooo pibes victimas de gatillo fácil.

Y así como los 7 pibes asesinados en la comisaría 1º de Pergamino nos recuerdan la masacre de Magdalena que se llevó a 33 personas, la masacre de Quilmes, el pabellón séptimo de la Unidad 2 de Devoto, Walter Gonzáles y las cientos de personas torturadas y asesinadas en condiciones de encierro en cárceles y comisarías.
Los 7 pibes fueron muy claros “nos mata la policía” y minutos después todos los chicos de la celda uno fueron encontrados sin vida. ¿Cabe alguna duda de las responsabilidades de lo sucedido?

Recordamos todos los días como el Estado, funcionarios y autoridades desaparecen, torturan, matan y someten a la prostitución a las pibas y pibes, no nos olvidemos de Spartacus.

Por qué recordamos elegimos salir a las calles a gritar y ser oídos, a luchar por los que ya no están y por los que quedan.
Cualquiera puede estar mañana en nuestro lugar y seguramente agradecerá que cientos de personas se levanten a luchar por su causa, y seguramente nosotros estaremos a su lado apoyando su lucha, es cuestión de saber ponerse en el lugar del otro y respetar el dolor ajeno.

Cada día recordamos a Fernando Latorre, Sergio Filiberto, Franco Pizarro, Juan José Cabrera, Federico Perrota, Alan Córdoba y John Claros.
Cada día saldremos a luchar por qué no fue una pelea, ni un motín, fue una masacre.
Basta de gatillo fácil, basta de desapariciones forzadas, basta de represión estatal, basta de trata, basta de torturas, basta de matar a nuestros pibes.