Los hechos, de acuerdo al testimonio de familiares y compañeras del pabellón de Luisa, fueron los siguientes:
El miércoles 12 de julio, Luisa es atendida en Sanidad por presión alta.
El sábado 15 de julio, Luisa acude a la visita. Alrededor de las 9 horas, sus familiares notan que está mal de salud. Las compañeras de Luisa exigen a los funcionarios del SPB que sea atendida. Deben insistir hasta que la llevan a Sanidad.
En Sanidad la medican (según la familia, le habría dado un ibuprofeno, dos pastillas –“chiquitas”- y dos inyecciones que serían para la presión) y la llevan nuevamente a la sala de visita.
La familia nota que Luisa no l@s reconoce, que está “perdida”, que “le habla a las paredes”. Vuelven a exigir que la atiendan. El SPB pide a la familia que se retire pero la familia no quiere irse, viendo el estado de salud de Luisa. Finalmente, a las 12.10 del mediodía logran que la trasladen a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Los Hornos.
La Directora del Penal, Norma Díaz, se acerca a la familia y queda en contacto con ell@s. En una comunicación telefónica a las 13.10 horas, Díaz les comunica que Luisa fue internada y que estaría estable. A las 15.30 horas, en una nueva comunicación telefónica, la directora del penal comunica el fallecimiento de Luisa. La familia se dirige al Hospital y el médico les precisa que Luisa ingresó 12.10 horas y falleció a las 12.45 horas.
Las compañeras de Luisa iniciaron un reclamo a partir de la mala atención médica que recibió y de las precarias condiciones sanitarias en general. La respuesta del SPB fue la represión, incluso a mujeres mayores, y el traslado de alrededor de 14 mujeres hacia los penales de Romero y Magdalena.
Por todo ello, exigimos que se investigue el motivo de la muerte de Luisa Cienfuego, y al cuerpo médico de turno al momento de los hechos, considerando la falta de medidas de prevención y atención médica adecuadas durante su estadía en el penal.
Denunciamos la mala atención en Sanidad que reciben las presas en la Unidad n°8 y en todas las Unidades del SPB, lo cual no solo vulnera el derecho a la salud sino que es la causa de muertes evitables.
Denunciamos la represión a las compañeras que reclamaban condiciones sanitarias, lo que incluye su arbitrario traslado. Los traslados no son una medida de un protocolo de seguridad, tal como aduce el SPB en los medios de comunicación, sino una forma de castigo.