En diálogo con esta Agencia, Francisca Valiente, mamá de Walter, sostuvo: “Mi hijo, nuestros hijos, son inocentes. Ese día Walter había trabajado como ayudante de un plomero-gasista todo el domingo. Él volvió como a las cuatro y media de la tarde, es decir luego de que pasaron los hechos. Entonces, solo pedimos justicia, porque está a la vista que esto se armó contra ellos para salvar al policía”.
Por su parte, Susana Moreira, indicó que: “Los chicos no mataron a la maestra, hasta la familia escuchó solo dos tiros que vinieron del arma del policía Vadalá y uno de los le pegó en la cabeza a la maestra. Ya llevan casi 5 años presos y estamos sufriendo todas las familias una gran injusticia y un gran dolor. En el único lugar que se encontraron los casquillos de las balas fue en el auto del policía, ¿entonces que más hace falta para demostrar su inocencia?