Conmovida por el clima de tensa atención que generaron los relatos, confesó que “les agradezco la escucha, ya no hablo sobre lo que le pasó a Pablo que el martes pasado hubiera cumplido 24 años. Pero Tolaba lo fusiló de un tiro en la cabeza en Villa Tesei el 18 de mayo de 2013 y murió el 6 de diciembre del mismo año luego de estar internado casi siete meses y aunque la causa lleva seis años, para mí la justicia sería que nuestros hijos estuvieran vivos y se los deje de matar, torturar y desaparecer”.
La madre de “Pali” fue la última oradora de un acto del que también participaron Eugenia Vásquez, hermana de Andrea Viera, torturada y asesinada en 2002 en la comisaría primera de Florencio Varela; Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga, asesinado por la Bonaerense en 2009; y Raúl y Paula, padre y hermana de Diego Cagliero, asesinado por la Bonaerense el 19 de mayo pasado.
Vásquez ligó la pelea por el pedido de justicia para con su hermana Andrea con el rol de los periodistas “que le ponen voz a los que ya no tienen voz. Sin ustedes los familiares no somos nadie” y dijo que “a 17 años del asesinato de mi hermana hubo muchos juicios y pocas condenas”.
A su izquierda, Alegre, la madre de Arruga, fuertemente involucrada en reunir y apoyar a otros familiares, aseguró que “esta lucha me llevó a ver que no es solamente por Luciano, eso sería injusto. Hay que pedir justicia por los travesticidios, por las mujeres que son tomadas por redes de trata, por Julio López, por los 30 mil, por los trabajadores de Las Heras, por Santiago Maldonado, por Rafael Nahuel, por Silvia Maldonado”.
“En estos años -se explayó – aprendí mucho con quién y dónde debo estar” y enseguida pidió “mejor educación para que nuestros peques no se vuelvan víctimas del Estado asesino y represor”.
Horacio y Paula, padre y hermana de Cagliero, narraron las heridas por el crimen perpetrado hace un mes y medio cuando Diego, junto a un grupo de siete amigos, fue víctima de un ataque brutal por parte de una patrulla de la Bonaerense que tiroteó a la camioneta en la que se desplazaban los muchachos.
“La policía realizó 10 tiros contra la camioneta y por eso el 16 de julio marcharemos a tribunales para que no caiga la preventiva”, contó Horacio, mientras que Paula detalló que “de los cuatro policías que dispararon, solamente dos están presos y todavía está detenido Ángel Gramajo, uno de los amigos de Diego”.
Paula abundó que “los demás policías siguen trabajando en el barrio y hasta amenazaron a mi hermana el día de la marcha” y, entre lágrimas concluyó que “la línea de este gobierno es ‘maten que los vamos a proteger’”.