Ha tenido todo el sesgo de la “autoconvocatoria”, ya que este espacio, conformado por un grupo de compañeros en situación de cárcel ha presionado, ha interpelado, ha gestionado y ha logrado importantes reconocimientos, casi la mayoría de las veces a pesar de las propias instituciones del sistema. Hoy este grupo de personas, está reconocido intra y extramuros y es coautor de importantes proyectos, como el de Estudios Superiores, habiendo participado en un plano de igualdad – como representante del futuro alumnado- en reuniones con altos funcionarios judiciales, penitenciarios, de educación, de la universidad entre otros. Esta gestión de generación de espacios de estudios superiores, además, tiene la particularidad que ha sido propuesta, promovida y desarrollado el proyecto a través de la iniciativa de Yajá Porá y La Red de DDHH, quienes han generado vínculos y avances propositivos con la Universidad. Desconocemos si en otras unidades penales del país (creemos que no) los centros de estudios superiores han tenido esta valiosa interacción de abajo hacia arriba, de adentro hacia afuera…Por eso resaltamos esta experiencia casi autogestionaria y autoconvocada desde dentro de la Unidad Penal Nº1 de Corrientes.
Con balance positivo vamos por más. Este año pretendemos, con la misma prepotencia de trabajo, que sea el año de la legitimación del trabajo digno y remunerado, en igualdad de condiciones. Y lo haremos, a nuestro modo, abriendo pasos sin recursos ni vinculaciones con sectores de poder, sino haciendo peso en la solidaridad y el compromiso de personas e instituciones que por fuera del Estado nos acompañan en esta interacción de proyectos y sueños para generar puentes entre el adentro y el afuera que rompan con la estigmatización y el aislamiento de las personas que circunstancialmente están viviendo en situación de cárcel.
Hilda Presman-Red Derechos Humanos