Cristino Vidal Mendoza, Andrés Fermín y Amancio Reyes dejaron morir a mujeres y hombres originarios enfermos porque adherían a los reclamos de Félix Díaz

Ruth Aguiar

Estos asesinos están enojados además porque cuando los hermanos no reciben atención, acuden a Ernestina quien pide ayuda, trata de conseguir los remedios por otro lado “se mete donde no se tiene que meter” y entonces ahora a todo el que se acerca a Ernestina o es pariente de ella, no recibe atención, los dejan que se mueran.

Y así fue como fallecieron este año cinco hermanos más: Marisa Frías por hemorragia, estuvo 6 meses sangrando fue al hospital, solo le dieron paracetamol, tenía27 años; Jones frías murió porque le reventó el pulmón, tenía 17 años; Sofía Torres se fue en una hemorragia, tenía 50 años y un sangrado de 5 meses que no quisieron atender; José Xilas por un problema renal y pulmonar 60 años, también sin que lo atendieran y Raúl García de solo 20 años por una peritonitis, pese a que fue al hospital a tiempo.

Actualmente hay en la comunidad muchos casos de mujeres con hemorragias de 4 a seis meses, mujeres muy jóvenes. En el hospital no les dan remedios, no las atienden. Hay también muchos chicos con hongos en pies, cuerpo y cabeza, muchos chicos con colitis, diarrea y vómitos, no les dan remedios, nada. Eso sí: cuando van a parir si las atienden, para poder hacerles una ligadura de trompas sin que las mujeres lo sepan.

No los atienden por el simple hecho de que se juntan en la casa de Ernestina Moreno, porque es una referente muy fuerte, que se preocupa y se ocupa, sin tener medios, hace lo imposible, entonces los hermanos se acercan, le consultan, le piden auxilio a ella. Ella intenta conseguir lo necesario y si las autoridades se lo niegan por haber estado en el acampe apoyando a Félix Díaz, reclamando por sus territorios, Ernestina recurre a Buenos Aires, lo que les provoca aún más ira.
Estos agentes sanitarios que se sienten dueños de la vida y de la muerte en Ingeniero Juárez son Andrés Fermín que tiene dos camionetas y el otro que se llama Amancio Reyes y tiene una cuatro por cuatro, vehículos que contrastan con la pobreza extrema de esos parajes.

En este momento hay hermanos que están graves y sin atención por los mismos motivos:
Daniel Pérez de 20 años, tiene tuberculosis; Cesárea Juliani de 36 años hace 8 meses que tiene hemorragia, trombosis y bocio, sólo le dieron paracetamol, está muy delgada; Marcelina Torres lleva 6 meses de hemorragia, tiene 34 años; Patricia Ruiz hace dos meses que tiene hemorragia; Alicia Moreno, hermana de Ernestina, lleva 5 meses de hemorragia y trombosis, tiene 34 años; una abuela de 70 años se cayó se abrió la cabeza le derivaron a Formosa y volvió porque nadie la atendió, se le juntan bichos donde tiene la herida y los agentes sanitarios no la atienden.
¿Vamos a permitir que estos señores sigan impunes?
¿Vamos a seguir mirando como el gobierno de GildoInsfrán continúa con el genocidio lento pero inexorable de las comunidades originarias como si fuera una fatalidad irreversible? ¿Para cuándo la intervención de la provincia? ¿Para cuándo la una visita de la CIDH o del asesor Especial para la Prevención del Genocidio de la ONU, Adama Dieng?
¿Vamos a dejar que mueran ahora Daniel, Cesárea, Marcelina, Patricia, Gabriela, Alicia y la abuela?