Tardaron más de media hora en elaborar el acta e imprimirla, tiempo durante el cual les cerraron las puertas impidiéndoles la salida de la Unidad. Ante el pedido de identificación (ya que ninguno llevaba la identificación correspondiente), los policías de guardia respondían entre burlas y sarcasmos: “yo no tengo nombre” y “no tenemos apellido”.
Nuevamente la impunidad con que se manifiesta la policía, da cuenta de que las cárceles son tierra de nadie donde los mayores perjudicados son los presos, como es el caso de Ramón Mansilla víctima de la causa por torturas en el 2004 contra 27 policías y compañero de Cristian Ibazeta asesinado en la U11 el 21 de Mayo del 2012; quién hoy, está sufriendo esta acción a modo de “advertencia”.
En este sentido, denunciamos la falta de garantías por parte del Poder Judicial ante el ensañamiento de la policía con los presos que se atreven a denunciar las situaciones de violencia y despojo en las que se encuentran.
Por último, desde Zainuco, sentimos el atropello constante a nuestro justo reclamo como organización de Derechos Humanos, al ingreso legal e irrestricto a los pabellones de las cárceles que nos tienen vedado desde hace más de diez años.
Agencia Para La Libertad, periodismo de intervención social
La APL está constituida por militantes que encarnan una diversidad de ideas políticas e ideológicas. Por ello, las notas expresarán distintos punto de vista y no siempre representarán a la totalidad de sus integrantes. Las diferencias, no antagónicas, enriquecen nuestras miradas y las acciones que encaremos en consecuencia.
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