Oscar Castelnovo
Esta cárceles para pibes tiene un cupo de cupo 40 personas, pero hay 55 encerrados. En algunas celdas llamadas singularmente “de recreación” – que miden de 2 ×2- hay 13 chicos hacinados.
Los golpes, las amenazas de traslados a centros de mayores, la inmunda comida y la incitación a peleas entre los chicos son la habitualidad de este infierno que depende Niñez y Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Pilar Molina.
A su vez, este organismo está en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social y el subsecretario de Responsabilidad Penal Juvenil, Felipe Granillo dirige todas las prisiones para niños.