En enfermería está Gabriel Rubiano, en huelga de hambre, y con la boca cosida, desde hace un mes. Él pide prisión domiciliaria para su compañera, embarazada y madre de un bebé. Rubiano ya ha bajado ocho kilos, y su estado de salud está muy deteriorado. Comenzó con esta medida hace cuatro semanas.En los calabozos, Héctor Oscar Arduvino y Germán Fabio Taganone, trasladados desde rosario a modo de castigo, para alejarlos de sus familias. Ellos se han cosido la boca, para profundizar la protesta, también se han suturado los ojos. Reclaman ser devueltos a su lugar de origen, cerca de sus afectos y del acceso a la justicia, ya que el juez de ejecución y su abogado defensor han quedado en otra provincia. En el pabellón tres, Ramón Oliva, una vez más, realiza huelga de hambre, en febrero va a hacer dos años que exige justicia. Ante la falta de respuesta, se cosió la boca en señal de protesta.También en el tres, está Germán Gamero, en huelga desde hace doce días, él denuncia a la policía, por haberlo involucrado, y al poder judicial, por la injusticia cometida en su caso. En el pabellón doce, Juan Ferreyra, está recluido en ese penal desde hace un año y siete meses, por la tenencia de dos cigarrillos de marihuana, todavía no pudo gozar de ningún derecho, ni siquiera conocer la carátula con que se lo acusa, lo único que recibe del poder judicial, son negativas a su libertad.Mauricio Vea, desde el pabellón tres, pide que acercamiento familiar, también él, como muchos otros, fue trasladado desde córdoba a villa maría, como castigo solapado, .el traslado es un mecanismo de arbitrariedad y vulneración de derechos. Está en huelga de hambre hace diez días.Todos ellos tienen un reclamo en común, justicia. La salud y la vida de estas personas son responsabilidad del poder judicial, son responsabilidad del estado.la indiferencia del estado, es tal, que las personas tienen que llegar a estos extremos para conseguir un poco de justiciaLa cárcel de Villa María, es una cárcel castigo. Está abarrotada de personas, existe un alto grado de hacinamiento, en espacios sumamente reducidos, pero esto no impide que los jueces continúen enviando personas a este lugar, incluso hasta de otras provincias. Para agravar sus condiciones de detención, y así poder “socializarlos”, por medio de estas políticas de maltrato y torturas. No creo que ninguno de estos jueces ignore las condiciones de detención de esta prisión, ellos envían por años a seres humanos a una de las peores cárceles de la provincia, ellos sólo imponen “castigos ejemplares”. Los jueces saben que ellos tienen las llaves de las cárceles.
Adriana Revol