¡Fuera los 100 genocidas de la cárcel de mujeres madres!

Oscar Castelnovo

Por qué marchamos
“¡Hola que tal Servicio cómo estás/ hola que tal Servicio cómo estás/ son todos genocidas/ te venimos a escrachar”, entonó la multitud a la largo de la Avenida Pueyrredón, interrumpiendo el tránsito con la música de tamboriles y bombos. Desde ambas veredas, ocasionales transeúntes, vendedores ambulantes argentinos y otros llegados de países del Cono Sur y desde el África – todos excluidos por el capitalismo -, se unieron al reclamo con sus aplausos.
Entre los presentes, marcharon ex presos y cautivas, familiares, Coordinadora Antirrepresiva del Oeste, Hijos Zona Oeste y Asambleas del Pueblo, la murga Trotamundos en Discordia junto a los Pañuelos en Rebeldía. A la vez, militantes anarquistas al agite de las banderas negras gritaban: “No estamos todos/ faltan los presos” y “No estamos todas/ faltan las presas”.

El traslado masivo dispuesto por el SPF, avalado por el ministerio de Justicia y por la máxima instancia del poder político, causó graves perjuicios: incremento de la represión intramuros, desatención médica, recorrida nocturna con cámaras y luces que alteran el sueño de los chicos, pérdida de trabajos, merma en estudios, talleres, cursos y actividades deportivas como gimnasia para embarazadas o aeróbica, reducción de los espacios y de los días de depósito. Al tiempo, se incrementó en la 31 la extorsión respecto de la convivencia con los hijos: al llegar a una determinada cantidad de “correctivos” el pibe o la niña pueden ser enviados con un familiar, una familia sustituta o institución. Esta amenaza agrega el terror cotidiano al encierro que la misma ley juzga innecesario.

Cuellar y Núñez
“Abajo los muros/ de las prisiones”, coreaban los anarcos frente a las vallas y los uniformados con sus armas que rodeaban las oficinas del SPF. Allí, la APL dialogó con Alfredo Cuellar, padre de Florencia “La China”, asesinada en U-3 de Ezeiza en diciembre de 2012. Cuellar sostuvo que: “El SPF desalojó violentamente a las mujeres de la 31 para llevar a estos milicos. Estamos acá para que se dé marcha atrás con la medida y se detengan estos traslados que pretende mandar quién sabe adónde a las presas para que los milicos vivan como ningún preso lo hace, sobre el sufrimiento de las pibas”.

Una de las presencias, que nucleó una cálida adhesión fue la de Francisco Núñez, el joven a quien la Federal le armó una causa cuando luchaba por justicia para su hermano Diego, asesinado por un “gatillo fácil” del PF. Tras un año y dos meses de empecinada pelea, ahora está en las calles. Precisamente, allí sostuvo que: “Hace unos días estaba adentro y ahora estoy luchando junto a los que pelearon por mi libertad, casi no lo creo y estoy muy contento y agradecido de poder hacerlo. A mí me parece realmente perverso que esos militares estén junto a las mujeres. Tenemos que insistir hasta que se vayan”.

Entre originales carteles que daban cuenta de la situación y expresaban “Durmiendo con el enemigo”, junto y otros que exigían “Presxs a la calle”, envueltos en ritmos murgueros y consignas contra el estado, las rejas y los uniformes, la actividad – convocada por la Coordinadora Antirrepresiva del Oeste – llegaba a su fin.

Carta desde la 31
La tarde cedía espacio a la noche porteña y frente a la sede gris de los grises, el cantautor solidario Abelardo Martín ofició de orador y locutor: “Los genocidas han sido condenados por delitos aberrantes: secuestro de bebés, asesinatos y desaparición de nuestros compañeros’ ¿cómo vamos a permitir que estén con las chicas?, interrogó.

Luego, Abelardo leyó una carta enviada desde la 31: “No tenemos palabras de agradecimiento para toda la labor que hacen por nosotras y sobre todo por nuestros hijos: ¡Gracias por estar ahí!”, afirmaron en la misiva

Más adelante, la carta nombraba especialmente a Alfredo Cuellar, “con quién compartimos el dolor por la falta de su hija. Y él sacó fuerzas para emprender el camino de la lucha. Estamos segura que desde arriba “La China” está viendo el gran Papá que tiene”.

El texto, también nombraba a Gabriela, una desconocida mujer que envió juguetes para todos los pibes y chicas de esa unidad penal, el pasado Día del Niño: “Gracias de todo corazón”, le escribieron.

Uno a uno, los y las militantes solidarixs, recibían palabras de afecto. Por caso, a Alejandra, le expresaron: “sos una campeona de las más grandes del mundo mundial. Pensábamos que ya no existían personas como vos”. También, fueron reconocidos Rosario y Oscar, María y la asesora jurídica Rosana.

Cabe destacar, el mensaje que enviaron a Alejandro Mancuso, preso en Villa Devoto, compañero que motoriza – contra viento y marea – los escritos jurídicos y otras formas de solidaridad con las chicas y los hijos”.
Finalmente, la carta le habló a todos los presentes: “Estamos orgullosísimas de la ayuda y el compromiso que todos ustedes nos brindan. Gracias, gracias, gracias infinitas a todos los que están en la marcha. Nosotras acá, no bajaremos los brazos frente a esta situación inhumana que estamos viviendo con estos genocidas. ¡Gracias infinitas a los que luchan por nosotros, por nuestros hijos y por las embarazadas!