Médico y represor, una condición de terror que tuvo su tardía condena

Fue juzgado junto con otros siete ex miembros del Ejército Argentino y de fuerzas de seguridad por crímenes en perjuicio de 74 víctimas.
Participó en sesiones de torturas a detenidos y fraguar certificación de defunción cuando fue teniente primero médico en el Regimiento 29 de Infantería de Monte. Un ejemplo más de inhumanidad y de justicia tardía
En agosto, el Sindicato de Profesionales de la Salud Pública de Neuquén (Siprosapune) denunció que Cabrera había presentado un certificado por licencia psicológica prolongada en el Hospital de Cutral Co a pesar de que estaba detenido desde junio en Formosa a la espera del juicio. Blanco Cabrera había ingresado en 2006 al hospital de esa localidad, sin mediar el correspondiente concurso, de acuerdo a lo denunciado por Siprosapune.
El abogado Luis Zapala, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre de Formosa, comentó a La Mañana de Neuquén que Cabrera fue juzgado en Formosa por un solo caso pero tiene otros en su contra. Afirmó que era el médico “que revisaba a los secuestrados durante las torturas para saber si podían seguir aplicándoles más tormentos”.
Zapala comentó que después de actuar durante la represión, Blanco Cabrera decidió estudiar psiquiatría, profesión que ejerció en Clorinda, a escasos pasos de Asunción, Paraguay. A esa ciudad llegó una mujer, que en 1976 fue detenida y torturada por su militancia en la Juventud Peronista y tuvo a su hija en cautiverio, que recurrió al consultorio de Cabrera. La mujer y su hija contaron sus padecimientos sin saber que quien escuchaba había participado en los centros clandestinos.
Con la reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad, la actuación de Blanco Cabrera como represor se dio a conocer y estuvo un tiempo en la cárcel en 2006. Luego fue liberado, dejó Clorinda y arribó a Cutral Co, donde comenzó a trabajar en el hospital local.
La denuncia de Siprosapune se hizo pública cuando los medios de Formosa publicaron su foto en las crónicas del juicio que comenzó el 31 de julio, solicitando la exoneración del médico porque “no está enfermo sino acusado y preso por los peores delitos cometidos hacia la sociedad argentina”.
Atención: Fesprosa