Mi querido amigo Mario, 23 años, padre de una hija, un pibe con el que vivimos miles de cosas, tiros, robos, alegrías, tristezas, nos criamos a un pasillo de diferencia en la villa, nos conocíamos de antes de llegar al mundo , estuvimos preso juntos, noches y días en la misma celda compartiendo tantos momentos de hambre y frio en cana y también momentos de gloria afuera, eramos ñerys, éramos rancho-rancho espalda-espalda, hermanos, nunca imagine un final así para vos amigo, no voy a cer nunca porque te fuiste de una forma extraña, injusta, repleta de misterio e impotencia. Mario apareció ahorcado en su celda del maldito puto ortiva penal de Ezeiza. No puedo respirar de la tristeza pero si decidí hacer publico mi dolor es para invitar a tomar conciencia real de lo que un villero tiene que acostumbrarse a vivir, a sufrir, a soportar, y nadie quiere q sea así, ojala no sucediera ninguna injusticia y entonces mi pluma hablaría de lo que hablan la mayoría de los artistas, o sea de pavadas. Que se enteren un poco como una madre tiene que acostumbrarse a perder un hijo, pero bueno amigo se que vos, el Donato, el Peca, Beto, Yoyo y todos los pibes me van a seguir empujando para adelante, si yo soy uno de los pocos que quedo vivo de esa generación lo voy a saber aprovechar, te amo amigo hasta siempre.
César González