Trompadas, palazos y tiros en el “día del estudiante”

Sucedió el día miércoles 21 de Septiembre del corriente año aproximadamente a las 11.00 de la mañana, era un día soleado con su correspondiente clima primaveral: momentos en que el pabellón n°4 se encontraba en el área destinada a desarrollar actividades deportivas (cancha). Cabe destacar que este lugar se encuentra a solo algunos metros de la Sede del Centro Universitario (CUSAM), donde los estudiantes nos encontrábamos realizando tareas académicas. Fue en ese momento que escuchamos machos tiros y salimos a ver qué pasaba, en compañía del docente, quien quedó muy impactado a raíz de todo lo sucedido. Toda la comunidad universitaria pudo observar claramente como los Directores de la Unidad N°48 dirigían la represión mediante trompadas patadas palazos y tiros de escopeta, más puntualmente el Sub-director “Toto”. Pudimos ver como el personal penitenciario a pesar de haber reducido y maniatado a todos los internos en el piso, seguía efectuando disparos y golpes en perjuicio de los muchachos. Uno de los penitenciarios, el oficial Lavayen, quien meses atrás torturó a vanos estudiantes, fue “premiado” por la Jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense: lo puso a cargo de un grupo de represión, entregándole una escopeta con dos cinturones de cartuchos y ropa de combate similar a la de “Rambo”. El uniformado hoy sigue torturando detenidos.No obstante de todo lo expuesto podemos ver claramente como los penitenciarios siguen quedando en evidencia con sus .prácticas represoras que forman parte de este sistema corrupto y perverso. El Centro de Estudiantes Universitarios “AZUCENA VILLAFLOR” realizó la correspondiente denuncia en el Juzgado de Ejecución Penal Nº 2 a cargo de la Dra. María Valentina Olmedo y se pidió la rápida intervención del Secretario de Ejecución Penal Juan Manuel Casolati, quien se hizo presente en el lugar de los hechos el día jueves 22 a primera hora. También se le comunicó lo ocurrido, vía telefónica, a la Procuraduría General de la Provincia de BS AS. Hasta el día de hoy estamos esperando la visita del Secretario Nolfi a quien se le envió una nota por medio del Dr. Casolati denunciando esta precariedad institucional que aqueja a las cárceles de la provincia. Consideramos pertinente destacar que todos los universitarios fuimos amenazados a punta de escopeta y pistola por los Directores y el resto de los penitenciarios para que no realicemos la correspondiente denuncia; y dejemos de hacer reclamos para que los estudiantes que se encuentran en las Unidades 46 y 47 puedan venir a cursar la Carrera de Sociología en la Sede del CUSAM. Más precisamente nuestro compañero Marcelo Almeijeiras (el correntino), que fue amenazado por el Sub-director de “segundad” de la Unidad “Toto”, el uniformado le dijo: “vos sos un denunciero, nos llegás a denunciar y te vamos a romper los huesos”.Esto no es nuevo, Marcelo fue unos de los primeros que recibió la oferta de salir a robar para el Servicio Penitenciario Bonaerense a mediados del año 2010 en la Unidad N°48. Marcelo no aceptó y hasta el día de hoy sufre fuertes persecuciones de los penitenciarios: pero sigue teniendo en su poder fotos y grabaciones que comprometen a jefes penitenciarios. Sin embargo todo quedó confuso como siempre.Los penitenciarios no tienen límites. Semanas atrás tuvimos la visita del Rector de la Universidad Nacional de San Martín Carlos Rafael Ruta, del Secretario de extensión y la Directora académica. Sin embargo los uniformados se mostraron muy agresivos: echaron al Rector y a su equipo de trabajo de la Unidad.Este acto mañoso de los penitenciarios está registrado por las cámaras del equipo de audiovisual de la UNSAM. Puntualmente cuando el Recto Ruta les dijo a uno de los jefes de la Unidad: “Ahora yo me retiro de este lugar, llego a mi oficina llamo al Gobernador Daniel Scioli y le comunico que me echaron de este lugar. Yo soy el Rector de la Universidad Nacional de San Martín: comuníquele usted a sus superiores”.No obstante de todo esto, está muy claro que los penitenciarios siguen manejando la cárcel a su antojo. El Servicio Penitenciario Bonaerense se tomo la molestia una vez más de transformar un día soleado con clima primaveral en un día gris y oscuro, color de las pilchas que visten los penitenciarios. La represión nunca terminó y nunca va a terminar, porque nadie toma una decisión seria al respecto, los penitenciarios se cubren entre ellos porque se identifican a través de la pilcha.
Jesús Cabral (Agencia Walsh)