VINO Y CEVEZAS EL DÍA DEL PENITENCIARIO

Cerca del medio día del lunes 16 de julio el Sub-director del Complejo San Martín, Ramírez ordenó que comiencen a preparar el fuego para hacer d asado con intenciones de festejar “el día del penitenciario”, mientras él se encargaba de conseguir el vino y las cervezas. Mientras tanto, en la -Alcaidía de San Martín quien suscribe se preparaba para ir a la Sede CUSAM sita en la Unidad 48 para preparar los finales de las meterías que actualmente curso, mientras observaba por la ventana del pabellón al jefe Ramírez haciendo el fondo blanco con la botella, al lado de la parrilla con los pollos, la carne y los chorizos.Una vez ya listo, partí con rumbo a la Sede CUSAM, en el móvil de la Alcaidía que de lunes a viernes me lleva para que realice mis tareas académicas, cuando llegué un guardia me dijo frente a mi custodia que no me dejaría pasar porque ,“Hoy es el día del penitenciario”, le respondí que yo tenía que preparar mis exámenes finales y que no comprendía que tenía que ver el día del penitenciario con la Educación, entonces llamó por teléfono al Sub-director de apellido “Pírali”, y luego me dijo que entre a la Sede y mi custodia se retiró con la disposición firmada como lo hace todos los días. Minutos más tarde llegó la gente de la Universidad y pidió a los penitenciarios que dejen salir a los estudiantes para entregarles papeles con relación a los exámenes finales, etc. A las 18:20 horas cerramos la Sede y todos se fueron. En ese momento me dirigí hacia el primer portón de salida y el guardia me cedió el paso muy amablemente, luego llegué al segundo portón y un Sub-alcaide me cedió d paso de ese portón y también del último portón de salida de la Unidad 48, diciéndome que me vaya Fue entonces cuando partí con rumbo a la Alcaidía, pero cuando llegué a la barrera que marca la frontera entre la Unidad 48 y 47 fui interceptado por un guardia que estaba en estado de ebriedad cubriendo ese puesto, y me dijo; “negro de mierda quédate quieto ahí y no te muevas” Sacó una pistola nueve milímetros color negro, la montó poniendo una bala en la recamara, casi sin poder sostenerse en pie por el estado de ebriedad en que se encontraba. Pero la rápida intervención de los internos que habitan las casas del régimen abierto de la Unidad 47, fue de vital importancia para que el guardia baje el martillo de su pistola Los internos Chazarreta Mendosza Damián, Galván Becerra, Avalo y Machado, le gritaron al guardia borracho: “he qué hacés bajá esa pistola, dejá ese pibe tranquilo, vos estás re loco mirá si lo matás”. Luego llegaron varios penitenciarios y me preguntaron qué había pasado, entonces les expliqué todo lo sucedido, y ellos me dijeron que me quedara tranquilo que ellos lo iban a solucionar mientras se reían a carcajadas. Mientras tanto los internos antes mencionados seguían observando la situación, minutos después llegó el móvil de la Alcaidía me subí y el oficial Maximiliano Osudar me preguntó que había pasado y le comente todo lo hasta aquí expuesto.Una vez que llegué a la Alcaidía hablé por teléfono con unos amigos que trabajan en el matutino ‘Tiempo Argentino” para que ellos se comuniquen con el Secretario de Ejecución Penal de San Martín Juan Manuel Casolati. También me comunique con los compañeros de la Agencia Walsh pidiéndoles que ellos también se comuniquen con Casolati, ya que están en feria judicial y es casi imposible comunicarse con los funcionarios. Cabe destacar, que cada vez que los Juzgados entran en feria judicial las penitenciarios realizan este tipo de estrategias para poder escribir y trasladar a los detenidos que ellos odian, tal como lo hicieron conmigo d 4 de enero del corriente año. En ese momento las huestes penitenciarias se levantaron en forma soeztre y altanera ante las órdenes de la señora Juez que tiene ni tutela, Dra. María Del Carmen Rodríguez Melluso, quien había ordenado en forma dará y precisa que NO debían trasladarme, quedando todo ello plasmado en resoluciones judiciales – provinciales.De hecho, me gustaría saber que opina la Dra. Florencia Piermarini respecto al comportamiento de los penitenciarios que se encuentran a su cargo, teniendo en cuenta que Piermarini es especializada en Derechos Humanos de la Universidad cíe Buenos Aires. Que ella se acerque al Centro Universitario “Azucena Villaflor” de la Sede CUSAM, y me comente a mí y a mis compañeros cual es la solución que ella estime pertinente para dar fin a la situación de degradación humana que aquejan a las cárceles de la provincia que lo haga como una persona especializada en Derechos Humanos o como jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Jesús Cabral