Violencia sin límites

Por Fernando Escobar,  (detenido en ese penal e integrante del Centro de Estudiantes Azucena Villaflor).
El complejo carcelario San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense tiene un triste historial. Fue construido sobre el basural del CEAMSE, por lo cual tiene las napas de agua contaminadas.También fue denominada “La cárcel fantasma” debido a que penitenciarios recibían comida para detenidos cuando la cárcel estaba vacía y luego la vendían a los integrantes del elenco de la película “Leoneras”.Más tarde los presos denunciaron como salían a robar para los penitenciarios y traían los autos robados a la cárcel, que funcionaba como desarmadero. No todo termina ahí. Las denuncias por torturas, apremios y hasta intentos de asesinatos de presos por parte de penitenciarios drogados y borrachos, llueven. La Locura tuvo también como blanco a un perro: “Fatiga”. “Fatiga” tuvo la desgracia de pretender un hueso del jugoso asado que se desarrollaba en la guardia de seguridad exterior de la Unidad 47. Asado, obviamente acompañado de una cantidad importante de de cajas de vino barato. El que “Fatiga” se acerque la noche del 1º de junio, fue la oportunidad para que los guardias prueben tiro al blanco con él. Días antes un guardia por relevar a otro, fue herido gravemente en la cara por otro, después de una discusión. “Fatiga” recibió en esa ocasión, varios disparos de munición anti tumulto y quedó gravemente herido. Hoy afortunadamente se recupera de las heridas.Pero la locura no termina ahí. El día miércoles 6 de julio, Pablo Hop, estudiante de la licenciatura en sociología de la Universidad Nacional de San Martín y evangelista, pronto a recuperar su libertad, alojado en el régimen abierto de la Unidad 47, fue a limpiar una garita en el acceso al complejo San Martín. Tuvo la mala fortuna de cruzarse con el guardia Dorrego de la Unidad 47 quién le manifestó: ¡He Gato! ¿Vos limpiaste acá? ¿Así te limpias el orto? No falte el respeto encargado. Respondió Hop- ¡A mí no me contestés! ¡La concha de tu madre! ¡Vos no sabés quién soy yo! ¡Yo me recontra paro de manos, bigote! Gritó el guardia Dorrego, y seguidamente a la vista de los otros detenidos y de familiares procedió a tomarlo del brazo y meterlo en el interior de la garita. Allí le dio tres trompadas, lo tomó del cuello, cargó su pistola y se la martilló en la sien.-¡Viste que me paro de manos! ¡Yo banco guacho! Fueron las últimas palabras pronunciadas por Dorrego antes de subirse a su auto Ford Escort gris, patente SWN-027, con calcos que simulan impactos de bala en la carrocería y huir raudamente del lugar.Actualmente la Fiscalía General del Departamento Judicial San Martín investiga el hecho en el que Hop fue golpeado y luego simularon fusilarlo en la cárcel de San Martín.Las autoridades penitenciarias guardan, como siempre, un hermético silencio. ¿Cuándo finalizarán estos lamentables hechos?