El organismo documenta que el pico de muertes ocurrió en 2012 con 56 presos fallecidos, 24 en forma violenta, en 2013 el número fue de 45, siendo 28 de ellos casos violentos: en 2009 perecieron 47 personas (15 violentas); en 2010, sucedieron 33 (29 de ellas violentas) y en 2011, los decesos llegaron a 38 (21 violentos). Si se sigue la proyección de la cantidad de muertes para este año podría llegarse a uno de los números más elevados, similar a 2012, con 50 detenidos fallecidos.
Por otra parte, cabe destacar que el SPF posee la obligación de reportar a la Procuración antes de las 48 horas, como plazo límite, cualquier deceso producido por cualquier causa. Pero, según el Informe: “Los registros del último semestre, aun cuando se verifique un reciente incremento en la comunicación, permiten aseverar que la mitad de las muertes no han sido informadas formal, oportuna y proactivamente. Resultan especialmente preocupantes los casos del Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, anoticiando solamente tres de las siete muertes registradas, y el Complejo Penitenciario Federal CABA que omitió comunicar los dos casos ocurridos bajo su custodia”. Y, si tomamos el período de los últimos 5 años, el SPF informó como debía de las muertes, solo en 67 casos (28%) e hizo lo contrario en 176 decesos (72%).
A la vez, unos de los datos que revela la investigación, exhibe con claridad a que sectores sociales pertenecían los fallecidos. Así, el 23 por ciento tenía la asistencia privada de un abogado y el 77% acudió a defensores oficiales.
Incendio y desatención médica: Casos paradigmáticos en Marcos Paz, Ezeiza y Rawson
“El emergente de muertes en contextos de incendio, señalado por este organismo desde el año 2010, alega el Informe, ha vuelto a consolidarse en el semestre en pasado, con tres casos registrados. El 19 de febrero de 2014 un detenido falleció consecuencia de las lesiones provocadas en el marco de un incendio al interior del Pabellón 15 de la Unidad Nº 6 de Rawson. El siniestro se habría originado como consecuencia de una medida de fuerza, iniciada en un marco de violencia institucional y sanciones arbitrarias”.
Luego, el sondeo asevera que: “El 16 de junio otro detenido falleció por las quemaduras e intoxicación sufridos en el incendio de su celda en la UR I del CPF II de Marcos Paz. El fuego se habría iniciado como consecuencia de una medida de fuerza para exigir el cambio de alojamiento, ante el riesgo para su integridad física; reclamo desoído por la administración penitenciaria. El 23 de enero anterior había fallecido un joven adulto como consecuencia de las heridas provocadas en el marco de un incendio en el Módulo V del mismo complejo, anexo al Complejo Federal de Jóvenes Adultos. Este caso confirma un emergente de especial preocupación, al tratarse de la tercera muerte de menores de 21 años por lesiones provocadas por incendios desde junio de 2013”.
Y, más adelante, el escrito informa que “un detenido falleció el pasado 27 de abril en el Hospital Interzonal de Ezeiza “Dr. Alberto Eurnekian” por una insuficiencia respiratoria aguda. Los reclamos de sus familiares y otros detenidos que compartieran alojamiento con él en el Módulo I Pabellón F del CPF I de Ezeiza, se asocian con el pronunciado deterioro de su salud y las deficiencias observadas en su asistencia médica”.
En el banquillo
A pesar de la connivencia manifiesta que existe entre los jueces y el servicio penitenciario en relación a las torturas y las condiciones inhumanas de encierro, que ocasionan muertes por enfermedad desatendidas y/o provocadas, y por la violencia que es el principal organizador de la vida en un penal, la investigación refiere a las querellas en participa la PPN. Asi, el Informe confirma “el procesamiento de cuatro funcionarios penitenciarios, entre ellos el ex Director de la Unidad Nº 20 SPF (…) En el mes de julio, nueve agentes y funcionarios penitenciarios han sido citados a declaración indagatoria por los delitos de abandono de persona, falsedad ideológica, incumplimiento de los deberes de funcionario público y/o encubrimiento, en la causa iniciada como consecuencia del fallecimiento de un detenido en la U.21, en septiembre de 2010. La hipótesis más firme señala que la meningitis que causó su muerte habría sido consecuencia de las lesiones provocadas por personal penitenciario al interior del CPF I de Ezeiza un mes antes”.
Además, el estudio corre el velo sobre la dirección hacia la que marchan los hechos: “Los fallecimientos registrados durante este primer semestre permiten afirmar la persistencia de los valores observados desde el año 2011, los que resultan elevados respecto de los casos registrados en los períodos inmediatamente previos. El incremento iniciado en 2011 se vuelve más evidente, y preocupante, ante las muertes violentas”.
Fuente: Fuente: sitio oficial www.ppn.gov.ar