(Prensa Procuración Penitenciaria de la Nación)Cada 8 de marzo se convierte en un día especial para visibilizar las múltiples violencias y desigualdades que afectan a las mujeres y personas LGBT en nuestras sociedades. En Argentina son más de mil las mujeres, personas trans y travestis detenidas en dependencias federales que conforman el 7,2% de la población privada de libertad. En los últimos 15 años, la población total de mujeres, personas trans y travestis detenidas en las cárceles argentinas creció en un 50%, y casi un 70% se encuentran detenidas sin condena. Son muchos los casos también de mujeres alojadas en establecimientos no penitenciarios como escuadrones o puestos de gendarmería. La principal causa de detención de las mujeres y personas LGBT está relacionada con la infracción a la Ley Nº23.737 sobre delitos de drogas. El actual paradigma prohibicionista que enmarca “la guerra contra las drogas” refuerza la desigualdad de género de tal modo que criminaliza las economías de subsistencia. La mayoría de estas personas son detenidas por realizar tareas de bajo nivel, como distribución de drogas a pequeña escala o transporte. Este encarcelamiento contribuye poco o nada a desmantelar los mercados ilegales de drogas.
Derechos laborales de las personas detenidas.
El acceso al trabajo dentro de las unidades carcelarias es un derecho de las personas presas que tiene como fin brindar recursos y herramientas para la posterior inserción dentro del mercado laboral. Sin embargo, las tareas laborales que se ofrecen en los penales de mujeres reproducen estereotipos de género que refuerzan la desigualdad estructural existente en nuestras sociedades.
La promoción de una política laboral penitenciaria sostenida en la capacitación de las mujeres y personas LGBT en tareas formativas, calificadas y libres de estereotipos de género es aún una cuenta pendiente de nuestros sistemas penitenciarios. Es por esta razón que, desde hace varios años, esta PPN señala la necesidad de promover el reconocimiento de los derechos laborales de las mujeres cis, lesbianas, trans y travestis anclada en una mirada de género y diversidad.
Alcanzar el reconocimiento de las mujeres y personas LGBT detenidas como trabajadoras dentro de las prisiones debe estar acompañado del desarrollo de políticas públicas vinculadas a sus derechos laborales que tenga como meta la promoción de la igualdad de oportunidades para todas y todos.