Nuevamente, la “seguridad” pregonada por los políticos y la justicia significa muerte para los sectores populares. El custodio del corrupto Fariña, que actualmente cumple prisión domiciliaria en la casa de sus padres ubicada en calle 68 entre 24 y 25, estuvo cerca de acrecentar la lista de más de 4700 casos de personas asesinadas por integrantes del aparato represivo desde 1983.
Precisamente, en la resolución de abril pasado en la que el Tribunal Federal 1 de La Plata concedía el beneficio, el juez Jorge Michelli había opinado que “de concederse el arresto domiciliario no podría implementarse ninguna medida de custodia con personal de las fuerzas de seguridad pues la ley 24.660 expresamente prohíbe la intervención de funcionarios de tales fuerzas en ese tipo de controles. Sólo admiten supervisiones de funcionarios de los patronatos de liberados”.
Este hecho ocurrió en la misma zona donde hace dos años el efectivo del grupo Halcón Cristian Daniel Duarte fusiló a Mauricio Andrada e Isamel Perusatto, argumentando que habían querido asaltarlo. Instruida por el fiscal Romero, y ante las evidentes pruebas de que se trata de un caso de gatillo fácil, la causa contra Duarte será llevada a juicio ante el Tribunal Oral Criminal N° 3 de nuestra ciudad.