Estas prácticas tradicionalmente se realizaban en las bibliotecas populares, como es el caso de nuestro grupo que comenzó a desarrollar lecturas en la Biblioteca “ José Enrique Rodo” fundada en 1917 en Mataderos. Esta biblioteca sufre un atentado, es decir, sus libros son quemados por el ejército nacional en 1978, interrumpiendo la vida social política y artística que se gestaba, obligando al grupo a dispersarse o llamarse a silencio. Sin embargo, eso no sucedió y este grupo como tantos otros continuaron expresándose y publicando ya que la herida es lo que produce el lenguaje, el grito, la expresión, la historia.
Pequeñas resistencias
El documental comienza con un tango de Marcelo Saraceni “ El Tacazo” en la voz de Mónica Souto, parte del grupo – posterior- “Andante en Bondi” organizado por el poeta Hugo Enrique Salerno, uno de los fundadores junto a Omar Cao e Isabel Corina del grupo en cuestión. Una voz en off, perteneciente al poeta y dramaturgo Gino Bencivenga afirma – a modo de narrador- que el Conurbano Bonaerense posee una identidad cultural propia, nacida de su “situación de frontera” entre lo rural y lo capitalino.
El film comienza con un tango de Marcelo Saraceni “El Tacazo” en la voz de Mónica Souto, parte del grupo – posterior- “Andante en Bondi” organizado por el escritor Hugo Enrique Salerno, uno de los fundadores junto a Omar Cao e Isabel Corina del grupo en cuestión. Una voz en off, perteneciente al poeta y dramaturgo Gino Bencivenga afirma – a modo de narrador- que el Conurbano Bonaerense posee una identidad cultural propia, nacida de su “situación de frontera” entre lo rural y lo capitalino: “El poeta Omar Cao – en palabras del poeta Eduardo Dana- era viajante de comercio, allá por 1975, ahí nos conocimos, en Rosario. Nosotros teníamos una imprenta; eso nos ayudaba mucho. Sacábamos una revista, “El lagrimal trifurca”. Y a él le encantó. También es cierto que con Francisco Gandolfo – el dueño de la imprenta- se habían hecho muy amigos…”.
La película explora las influencias, las posibles raíces que ha tenido este grupo literario del Oeste, fundador no sólo de obras, presentaciones y revistas sino fundador además de una editorial que lleva el mismo nombre: “La luna que… “ dirigida actualmente por el poeta y narrador Ricardo Rubio, poseedora de más de 300 títulos publicados actualmente, expresión indudable de las prácticas literarias del Partido de la Matanza.
En el marco de un esfuerzo por documentar una historia de la literatura en La Matanza, y generar producciones que den testimonio y análisis del caso, Martin Biaginni ha entrevistado a la licenciada Graciela Browamik, Historiadora y Critica de arte, quien ha escrito una reflexión interesante, entendiendo que los distintos grupos literarios que realizaban sus prácticas durante las dictaduras militares generaban “pequeñas resistencias” frente a la brutal censura y represión de estos enemigos de la vida.
El documental destaca la relación que el grupo mantenía con los poetas rosarinos, y sus obras, además del entramado literario que se genera por aquellos años y que ya- en ese entonces- existía en el Conurbano Bonaerense. En palabras de los entrevistados comprendemos la complejidad y variedad de publicaciones y grupos que se vinculaban entre sí, destacaremos la revista “Oeste, cultura para todos” editada por el grupo Roberto Arlt en Castelar, la revista “Mapuche” en Morón, la revista “Antinomia” en Marcos Paz, la revista “Amaru” en zona sur, la revista “El escarabajo de oro” de Abelardo Castillo.
La quema de bibliotecas es una conducta del poder represivo histórica, y la biblioteca “José Enrique Rodo” no es más que una víctima de esas estructuras que pretenden generar la muerte y el olvido. De eso también estamos hechos en el Oeste, de estos aberrantes momentos de amplio retroceso político.
Quiero recordar la quema de la biblioteca “Constancio Vigil” en el año 1977, donde sus directivos fueron detenidos torturados y perseguidos. Otra forma de silenciar la vida es imponer políticas económicas y culturales que embrutecen y silencian nuestra historia y nuestras obras.
En el Conurbano Bonaerense existe una historia, un hilo profundo de voces que crean su literatura desde el centro mismo de su propia condición: su vida. Sí, en el Oeste hay sensibilidad poética sostenida por prácticas culturales de seres políticos porque después de todo… qué hay en el corazón de lo político sino la inmensa necesidad de ser con los demás en un vinculo imprescindible, complejo, inevitable, poderoso y, en ese sentido trágico.