(Por Julia Callejón) Trabajadores golondrina jujeños que regresaron esta madrugada desde Mendoza fueron hacinados en el complejo Eva Perón, en Los Alisos, sin comida ni agua potable. Según informaron los damnificados el arreglo inicial era que llegaban a la localidad de San Pedro donde serían recibidos por personal especializado que les realizaría los estudios correspondientes para prevenir el coronavirus y cada uno cumpliría la cuarentena en su hogar. No se cumplió. Se trata de 80 trabajadores que, habiendo pagado ellos mismos sus pasajes, regresaron a la provincia a las 4 de la mañana. Se trata de familias enteras y su situación es dramática. Tras realizar diversos trámites los trabajadores retornaban a sus hogares pero fueron desviados por orden del gobernador Gerardo Morales. El micro fue detenido en la localidad de Pampa Blanca y se los trasladado hasta el complejo donde se les informó que cumplirían el aislamiento preventivo y obligatorio. Cabe destacar que los pasajeros no venían del exterior, sino que retornaban a sus hogares desde Mendoza, donde trabajaron en la cosecha de uva. Sin embargo con la derivación al complejo los trabajadores quedaron varados, alejados de sus hogares, y en un lugar donde no es posible cumplir con las normas de distanciamiento ya que no se ha dispuesto siquiera una habitación por familia y que cocina y baño son lugares comunes a compartir. Tampoco tienen a su disposición elementos de higiene o limpieza como alcohol en gel, jabón o lavandina.
Descartados en el complejo, sin controles médicos, la única presencia estatal en el lugar fue la policía, que cumplió en vigilar que nadie saliera. La realidad de los trabajadores golondrina jujeños se encuentra muy lejos de la de los repatriados desde Europa que cumplen su cuarentena en hoteles lujosos con todo incluido, o la Jueza del Superior Tribunal María Silvia Bernal, quien tras protagonizar un escándalo por pretender violar la cuarentena, quedó confinada y sin sanciones en un reconocido hotel del centro jujeño.
Como si una muestra no fuera suficiente, casi al mismo tiempo y en sentido inverso se realizó, desde el gobierno provincial, la arbitraria expulsión de 62 migrantes provenientes de Perú, Colombia y Venezuela que se encontraban en la provincia de Jujuy. Cabe resaltar, que los expulsados se encontraban ya con la cuarentena de 14 días cumplida dentro de argentina, y permanecían a la espera de que la apertura de la frontera les permitiera regresar a sus lugares de origen. Tal como informaron diversas organizaciones de derechos humanos estás personas fueron subidas a un micro con destino desconocido, salieron de la provincia, todo sin media mayores explicaciones. Organizaciones como Andhes, Caref y Cels realizaron la presentación de Habeas Corpus, exigiendo que se cumplan con todas las garantías y derechos, de los deportados, sin embargo el pedido fue rechazado por el poder judicial bajo el argumento de que ninguno de los trasladados era oriundo de Jujuy.