Ventanas tabicadas: los presos no pueden ver la luz del día
En mayo de 2015, autoridades del Comité Provincial de Prevención de la Tortura del Chaco asistieron al Centro de Detención Transitorio de la localidad de Barranqueras y constataron las pésimas condiciones a las que se encontraban sometidos los internos alojados en esas instalaciones. Posteriormente, efectuaron una serie de recomendaciones para que se mejoren esas condiciones. Luego, concurrieron en cuatro oportunidades más y percibieron que las cosas seguían igual, contra lo dispuesto por la Constitución Nacional, la Constitución Provincial y todos los tratados y convenciones internacionales sobre derechos humanos.
Entre sus recomendaciones, el Comité había aconsejado mejoras en la estructura edilicia, luminosidad, ventilación, limpieza del lugar y atención médica de los internos, pero ninguna de ellas fue tenida en cuenta. Así, el 15 de abril de este año el organismo que preside el abogado Mario Bosch impulsó un habeas corpus “colectivo” y “correctivo” solicitando que se ordene el “cese del agravamiento ilegítimo de la forma y condiciones de detención que padecen los internos”.
A través de su presentación, desde el Comité solicitaron al juez que realice una inspección ocular en el Centro de Detención Transitorio de Barranqueras, que solicite informes sobre el trámite de las denuncias realizadas por los internos ante distintas fiscalías y ante el propio Comité, que se reciba declaración testimonial a los internos resguardando su integridad y seguridad de posibles represalias y que se impulsen una amplia serie de medidas periciales con respecto a las condiciones sanitarias de los internos y también con respecto a las condiciones edilicias del establecimiento.
Celdas colmadas, con olor a “orín o materia fecal”
La presentación realizada por el Comité, a la que tuvo acceso CHACODIAPORDIA.COM, da cuenta que las celdas son “colectivas” y que algunas de ellas se encuentran colmadas en su capacidad. Además, consignan que los baños se encuentran dentro de las celdas y no cuentan con ducha ni sanitarios “razón por la cual en el horario de encierro los detenidos deben convivir con olor a orín o materia fecal”. También advierten que en la mayoría de las celdas el flujo de agua es interrumpido “para generar sometimiento entre la población carcelaria”.
Asimismo, la acción de habeas corpus impulsada por el organismo provincial señala que “las personas allí alojadas resultan además excluidas de actividades de educación, formación y recreación, ni salen al aire libre”.
Falta de mantenimiento
El escrito del Comité revela que la construcción del Centro de Detención “carece de mantenimiento necesario” y que cuenta con conexión eléctrica “precaria en las celdas sin cumplir con las normas de seguridad y habitabilidad mínimas”. Agrega que “los detenidos se encuentran en completa oscuridad la mayor parte del día, lo cual se suma a las ventanas tabicadas que hacen de dicho lugar, un lugar lúgubre”.
La presentación advierte, además, que las “cañerías están sobrepasadas debido a la cantidad de detenidos lo que genera humedad en el piso. Las paredes se advierten muy deterioradas por la humedad, descascaradas y las ventanas se encuentran tabicadas, impidiendo el ingreso de ventilación y luz natural”.
Sin descanso
En cuanto al descanso, denuncian que los internos cuentan con colchones que se encuentran en “pésimo estado” y que no se los provee de ropa de cama, ni almohadas. Aclaran, asimismo, que “la denominación de colchón difiere del usado socialmente, totalmente incompatible con la posibilidad de obtener descanso sobre el mismo, y tampoco son de material ignífugo”. Señalan también que estos “colchones” deben ser ubicados en el suelo “siendo factible que se mojen con los desechos o la humedad de la celda” y que además carecen mesas, sillas, armarios así como de elementos para cocinar y elementos de higiene.
“Trato severo” e incomunicación
Con respecto al trato del personal, los alojados señalaron que “es severo” y que con frecuencia se utilizan “métodos violentos” como la aplicación de golpes e insultos y además se les prohíbe enviar o recibir correspondencia.
También consignan que reciben alimento al mediodía y a la noche pero que los mismos son destruidos por el personal antes de ser entregado a los internos. “Quienes no reciben comida por parte de sus familiares, puede solicitar la comida al Servicio Penitenciario de la provincia, el cual no suele llegar en buen estado”, revela el escrito.
Falta de asistencia médica
Otro de los puntos por los cuales se consideran agravadas las condiciones de detención es por la falta de asistencia médica. En ese sentido, informan que “ante una dolencia o situación que requieran atención, los internos deben implorar por ser trasladados a un centro de salud o al Hospital, y las demandas deben estar fundadas en dolencias graves”. Se demandó la falta de realización de estudios complejos como así también la falta de suministro de medicinas en aquellos casos en los que estaban prescriptas. En lo referido al horario de visitas, detallan que se encuentra diagramado por día y celda pero generalmente no supera las dos horas y que deben hacerlo “en un patio interno de dimensiones pequeñas, en el cual deben estar todos juntos y hacinados”.