Gisela Wild dio las palabras de bienvenida y destacó que la mujer ha ocupado un lugar relevante en la historia, desde hace siglos, y expresó: “Es la que se pone al frente en las catástrofes, en las crisis económicas y otras. Y, seguramente, si se toman malas decisiones políticas veremos mujeres haciendo ollas populares y organizando familias nuevamente. Por eso creo que todo trabajo que recoja el rol de la mujer en la historia en el ámbito que sea es fundamental para nosotras”.
Por su parte, la licenciada Susana Gerszenzon reivindicó a Alicia Moreau de Justo, quien llamó a las mujeres a conquistar los derechos porque de otro modo no se consiguen. Y remarcó: “Los verdaderos derechos se deben conquistar. Es necesario vencer a los conservadores y temerosos de lo nuevo y amantes del pasado, no dispersar fuerzas que nos debilitan. Para conseguir el bien común es a veces imprescindible sacudir la apatía y elevarse sobre el bienestar del momento presente”.
A su turno, Leonor Ocampo guió la historia de la mujer desde la antigüedad hasta adentrarse específicamente en el siglo XX. Uno de los sucesos más impactantes relatados por Ocampo, fue el fusilamiento de cientos de mujeres durante la guerra de la Independencia: “Porque como su marido y sus hijos se habían alistado en el ejército, ellas no querían quedarse solas en el campo y también se alistaron, combatieron y muchas fueron fusiladas. Pero no existe ningún texto que dé cuenta de estos hechos”, sostuvo la autora.
Refiriéndose a las mujeres que ingresan al sistema productivo a principios del siglo XX, Ocampo sostuvo que: “Se empiezan a formar gremios de costureras, planchadoras, servicio domésticos, y se dan otro tipo de participación. Por caso en 1914 hubo una gran huelga ferroviaria en nuestro país y las que salieron a pelear a la calle fueron las mujeres de los ferroviarios. Y hasta se animaron a escribir los primeros artículos en los diarios”. Luego, Ocampo se refirió a que los fusilamientos perpetrados en la Plaza Lorea, en 1909, incluyeron a una gran cantidad de mujeres, pero la historia no lo cuenta así”, remarcó.
En uno de los pasajes de su intervención, Ocampo se refirió a su madre, María Lucía Batemarco quien “fundó la Unidad Básica Peronista de Mercedes porque quedó deslumbrada con Eva Perón y quizás ahí empezó mi idea de conocer el rol de la mujer en cuanto a lo público. Pero no creo que mi madre haya sido peronista. Ella admiraba a Eva y es tan así que cuando murió Eva ella entendió que había que cerrar la Unidad Básica y se alejó”, narró la escritora.
Por último, el presidente de Ático, Alfredo Grande, agradeció a la concurrencia, destacó el trabajo de Leonor Ocampo sobre la participación femenina y llamó a continuar con la labor iniciada hace 30 años en el campo de la salud mental y también en muchos otros, porque: “En nuestro humilde territorio, todas las luchas son nuestra lucha”, finalizó.