La policía de San Luis asesinó a un chico en una celda de la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia.

(Por Oscar Castelnovo/ APL) La asistencia que brinda la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia está a la vista: sus policías ahorcaron a un menor de 16 años, demorado durante unas dos horas, por no tener documentos y además por ser «sospechoso» de que iba a cometer un delito. Lo detuvieron y esposaron a los golpes en el barrio Santa Rita, de Villa Mercedes, este viernes a eso de las 20 horas. El pibe, único varón de cinco hijos, vivía con su madre y realizaba las compras del gas y de la comida. Luego lo trasladaron a un calabozo de la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia. Después  llamaron a su madre para que lo retirara. La mujer firmó la documentación, pasadas las 22, para llevarse a su hijo: muerto. La embustera versión policial dice que el adolescente se suicidó con su propia remera atada a un barrote. Aunque antes de matarse tuvo tiempo de golpearse duramente a sí mismo ya que su cuerpo presenta moretones en distintas partes.

Como se recordará, días atrás, en la Comisaría N° 25, Florencia Morales, quien había sido detenida por violar la cuarentena fue colgada con el cordón del buzo que llevaba puesto por efectivos policiales. El mando de las fuerzas de Seguridad, siempre, reside en el Poder Ejecutivo. Hasta el momento, el gobernador Alberto Rodríguez Saá no se pronunció sobre ninguna de las ejecuciones de la policía a su cargo.