“Lo que me trae este día es una gran emoción por las madres que fuimos, desde un principio, cuando salimos a la calle sin medir los peligros y sin tener dudas”, sostuvo, a 43 años de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, en diálogo con Página/12. “No tengo la desgracia que tiene una parte del pueblo de ser muy pobre. Cada vez que estoy comiendo y pienso que hay miles de personas que no comen, no puedo ser feliz. Porque era por ellos que luchaban nuestros 30 mil», reflexionó. El 30 de abril muchos recuerdos se le vienen a la cabeza. “Después de la primera ronda no volví a ser la misma nunca más. Ninguna Madre volvió a serlo”, analiza y destaca que “también es importante el rol discreto y firme que tuvieron los padres”. “Al día siguiente de la desaparición y asesinato de Azucena (Villaflor), Esther (Careaga), y Mary (Ponce), fue muy duro volver a salir a la calle y ellos sufrieron pensando que podíamos no volver. Sin embargo, nunca bajamos los brazos. No éramos solo las madres, estaba la familia que nos contenía y protegía”, subraya. “Esta es una fecha muy especial y en esta ocasión la recordaremos desde nuestras casas, pero lo haremos con mucho cariño”, finaliza Cortiñas. “Me acuerdo con mucho amor de todas las Madres que no están, por todo lo que nos dejaron y vivimos juntas. Cada una dejó un retazo de esa lucha para que nosotros hoy la recojamos y dejemos el legado para los más jóvenes. (Fragmentos de la entrevista de Melisa Molina, Pagina 12, con Nora Cortiñas. Imagen: Alejandro Leiva)