Además de denunciar superpoblación de presos en todas las unidades penales rionegrinas, el gremio estatal manifestó que el Penal 5 de Cipolletti, es de mínima seguridad, pero el Ministerio mantiene alojados a presos de máxima peligrosidad y con largas condenas. Esta unidad fue creada para internos con beneficios como la semi-libertad, que permite a los internos salir a trabajar sin la supervisión continua, y claramente no está preparada para otra clase de detenidos.
Sobre el Penal 2 de General Roca dice que tiene capacidad para 250 internos y en la actualidad se aloja a más de 350 detenidos.
El Penal 1 de Viedma tiene sus celdas sin habilitar, por falta de arreglos y, sin embargo, se aloja a una cantidad muy superior de internos a la permitida.
En cuanto al Penal 3 de Bariloche está preparado para albergar a 40 detenidos como máximo y tiene más de 60.
Además, ATE indicó que tampoco se cumplió con el plan de obras publicitado y todos los trabajos se encuentran paralizados y agregó que “en el caso de General Roca se aduce falta de pago a la empresa constructora, pero la resultante es que, desde hace meses, hay pabellones y celadurías inutilizadas, como así también el espacio de recreación para los internos ha sido reducido”.
“En otros casos, el estado de las unidades penales es deplorable. En algunas ciudades, los jueces de ejecución tienen que adelantar la libertad, como es el caso de Bariloche, que funciona con las garitas de vigilancia sin baños, iluminación, ni puertas”, denunció ATE.
“Si analizamos el actual estado de las unidades penales en la provincia, podemos asegurar que la emergencia carcelaria decretada por el Gobierno fracasó. Acá hay un desvío de fondos o una incapacidad absoluta del Ministerio de Seguridad y Justicia”, declaró Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE y CTA Río Negro y agregó: “El sistema ya estaba en crisis y ahora está peor. Casi todos los fondos petroleros se los llevó este Ministerio y no se destinaron a las obras anunciadas y que necesitan las cárceles de la provincia”.